La denuncia del caso del menor de 13 años al que su entrenador le envió mensajes sexuales (y hasta le propuso quedar a solas) ha abierto la veda para que otras supuestas víctimas de este hombre de 55 años de edad acudan a la Guardia Civil a denunciar situaciones similares que en su momento no llegaron a ser puestas en conocimiento de las fuerzas de seguridad. Tal como ha confirmado El Día de Valladolid en fuentes judiciales, en los últimos días se ha producido la denuncia de los padres de otro menor en la que se relata el envío de unos mensajes que pudieran ser inapropiados, pero que no llegarían a tener un contenido explícitamente sexual, al menos desde el punto de vista penal.
Esta otra supuesta víctima tiene actualmente 15 años, si bien ese episodio que ahora denuncia tuvo lugar «con anterioridad». En esos mensajes, le proponía «quedar a tomar algo», pero no pondría «nada que denote otra intención», según apuntan estas mismas fuentes.
F.R.R. entrenó en el CD San Pío y de allí salió entre rumores por su comportamiento hacia algunos de los jugadores a los que ya invitaba a esa nave del polígono a la que iba a llevar al denunciante de 13 años. Recala en el CD Victoria y de allí es expulsado a principios del pasado enero cuando estalla el caso de ese menor al que le envió una serie de mensajes sexuales que derivaron en su detención y en la imposición de una orden de alejamiento.
Once equipos informáticos
El CD Victoria recordaba hace unos días que F.R.R. aterrizó en este club con el pertinente certificado de no haber tenido ningún delito sexual. En efecto, el sospechoso carecía de antecedentes previos a este asunto, ni de tipo sexual ni ningún otro, tal y como ya adelantaba El Día de Valladolid en su edición del pasado 24 de febrero cuando daba a conocer un caso que sigue abierto y en el que, más allá de nuevas denuncias que se sumen a estas dos, falta por conocer el contenido de los once equipos informáticos que intervino la Guardia Civil al arrestado.