El conductor ebrio huido este domingo por las calles del centro de Valladolid se saltó semáforos en rojo y alcanzó los 100 kilómetros por hora, después de fugarse tras darle el alto la Policía, lesionar a dos agentes y causar daños en un coche patrulla, a la altura de la calle San Lorenzo de la capital vallisoletana, según informó la Subdelegación del Gobierno e informó Ical. Se le investiga por delitos de atentado contra agentes de la autoridad, contra la seguridad del tráfico y conducción temeraria
Tras la persecución, los efectivos policiales lograron su detención en la calle Paraíso, donde se comprobó que en el vehículo viajaban ocho ocupantes, además de dar un resultado positivo en la prueba de alcohol realizada, informa Ical.
Una llamada a la sala CIMMAC del 091 alertó de que se estaba produciendo una pelea entre varias personas, en el parking de la Plaza de Poniente de la capital. Al lugar acudieron un indicativo de Policía Nacional en un vehículo camuflado y dos indicativos de Policía Municipal de Valladolid. Cuando llegaron, una de las dotaciones de Policía Municipal vio en la rampa de salida del parking al detenido, conduciendo un turismo de la marca BMW con varias personas en su interior.
Fue ahí cuando los agentes le dieron indicaciones de que parase su vehículo, a las que hizo caso omiso. Cuando se pusieron a su altura para reiterarle que parase el turismo, el joven aceleró bruscamente intentando arrollar a los agentes que estaban en su camino. A consecuencia de esto, los funcionarios públicos sufrieron lesiones por las que tuvieron que ser asistidos. En persecución del vehículo conducido por el detenido, salió el indicativo de Policía Nacional, que tuvo que poner medios acústicos y luminosos y le dio indicaciones a través de la megafonía, para que parase el turismo.
El joven detenido, lejos de parar, aceleró el turismo e inicio una desenfrenada huida por las calles de la ciudad, saltándose semáforos en rojo y alcanzando velocidades cercanas a los 100 kilómetros por hora. En determinados momentos puso en riesgo la vida de varios peatones, pasando a gran velocidad junto a ellos, cuando tenían los semáforos en verde.
Finalmente, mediante una brusca maniobra que pretendía despistar a los policías nacionales, estacionó su vehículo en batería en una calle. Los agentes lo vieron, pararon al lado del turismo y procedieron a sacar al joven del interior del vehículo. El hombre se resistió activamente a su detención, mostrándose muy agresivo contra los actuantes.
En el interior del vehículo viajaban otras siete personas, que fueron identificadas. El detenido dio positivo en el control de alcoholemia que Policía Municipal le practicó después de su detención. Fue trasladado a dependencias de Policía Nacional, al igual que el vehículo. Horas después pasó a disposición de la autoridad judicial, que decretó su puesta en libertad.