Dos miembros de la banda del BMW aceptan dos años de cárcel

D.V.
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El juicio continúa contra otros tres miembros después de que otros dos hayan quedado exonerados

Juicio contra algunos presuntos miembros de la banda del BMW. - Foto: Europa Press

Dos de las siete personas que han ocupado este martes el banquillo de la Audiencia de Valladolid, presuntamente vinculadas a la 'Banda del BMW' por la comisión de numerosos robos de vehículos que luego utilizaban para realizar 'alunizajes', han llegado a un acuerdo previo con la Fiscalía para asumir penas de dos años de cárcel.

Se trata de D.D.R, quien ha aceptado una pena de dos años por delitos continuados de receptación y falsedad en documento oficial--, , se exponía a una condena de cinco años de cárcel y multa de 3.600 euros--, mientras que C.S.J.D, al que pedían seis años y ocho meses por delito continuado de robo con fuerza en las cosas, con la agravante de reincidencia, y grupo criminal, ha dado el sí a dos años y un día de privación de libertad--le exoneran del segundo de los delitos y de la agravante de disfraz en el primero--.

Además, otros dos de los acusados, J.L.J.A. y A.J.J, a quienes únicamente imputaban cargos las acusaciones particulares, han quedado fuera del proceso--se han sobreseído las actuaciones contra ellos--y por tanto han quedado únicamente en el banquillo los tres encausados que siguen proclamando su inocencia, V.V.M, R.E.D. y J.E.G, el primero de los cuales se expone a una condena de siete años y los otros dos a cinco años, después de que la fiscal del caso retirara para todos ellos el delito de grupo criminal e incorporara tal pertenencia, pero como circunstancia agravante, al delito continuado de robo con fuerza en las cosas.

Estos tres acusados, en su declaración en la primera jornada del juicio iniciado en la Audiencia de Valladolid, han negado pertenecer a la denominada 'Banda del BMW' y, por tanto, se han desmarcado del robo de turismos entre los años 2019 y 2020, sobre todo de las marcas BMW, Seat y Volkswagen, que más tarde eran utilizados para realizar actividades delictivas y que posteriormente eran incendiados o arrojados a canales o ríos.

Así, R.E.D. y V.V.M, el primero con domicilio en la calle Oriental y el segundo en Rastrojo, han asegurado conocerse tan solo de vista de saludarse por el barrio de Girón y el tercero, J.E.G, domiciliado en la calle Hermanitas de la Cruz, en Las Delicias, ha negado incluso haber coincidido con los anteriores en la calle.

ADN de los acusados

Lo llamativo del caso es que ninguno de los tres ha sido capaz de dar una explicación lógica al hecho de que su ADN fuera a parar a distintos vehículos robados que la Guardia Civil halló el día 22 de octubre de 2019 en un garaje de la calle Gavilla y que, supuestamente, era utilizado por los acusados como escondrijo de los vehículos robados que luego utilizaban para la comisión de asaltos en gasolineras, bares y restaurantes.

R.E.D, quien asegura que por aquellas fechas vivía de vender embutidos en distintas ferias, como la de Valladolid e Ifema, siguiendo el negocio iniciado por sus padres, considera una casualidad que su ADN apareciera en una prenda dentro del maletero de uno de los vehículos robados localizados en el garaje de Girón.

"Solía ir con guantes para conducir un patinete y me los he podido dejar en el bar", ha indicado R.E.D, en declaraciones recogidas por Europa Press, en un intento de sugerir al tribunal que alguien pudo hacerse con ellos y luego llevarlos hasta un garaje del que asegura que únicamente ha pasado por su puerta.

"Allí hay cámaras de seguridad, que comprueben si he entrado allí", ha añadido el acusado, quien también ha negado haber sido una de las cinco personas que la madrugada del 24 de septiembre de 2019, a bordo de dos Seat León, trataron de asaltar la gasolinera 'Gas-Express' situada en Zaratán ni tampoco que la madrugada del 22 de octubre de ese mismo año acudiera a Viana para robar un Volkswagen Passat que luego abandonó en Traspinedo.

Por su parte, J.E.G. se ha declarado extrabajador de una fábrica de pollos en Cuéllar ahora reconvertido como trabajador del sector de la construcción y, tras rechazar también cualquier vinculación con el robo de coches luego usados para otros menesteres delictivos, también ha ofrecido una explicación que podría justificar el hallazgo de su ADN en el garaje de la calle Gavilla donde la Guardia Civil descubrió cinco Seat León, dos BMW y una moto.

Al respecto, el acusado ha alegado que había usado tan solo ese garaje para reparar un coche de su propiedad al que puso piezas de segunda mano. "Hacía de mecánico porque el sueldo que cobraba no me daba para mantener a mi tres hijos y pagar las facturas", ha indicado J.E.G, quien igualmente ha negado, a preguntas de la fiscal, haber sido el autor del robo de la moto que luego fue intervenida en el garaje de Gavilla.

Al igual que los anteriores, el tercero de los acusados, V.V.M, dedicado al "mercadillo", se ha declarado inocente de los distintos robos que se le imputan pero también del de receptación del que viene siendo acusado por haber sido propietario de dos turismos, un Seat Ibiza y un Seat León, ambos puestos a nombre de sus hijos menores de edad, que tenían puestas piezas robadas.

El primero de los vehículos figuraba como robado en Burgos en 2019 y el segundo robado en 2020 en Palencia, si bien V.V.M. se ha limitado a indicar que cuando los compró "las piezas ya las tenían puestas" y, según ha asegurado, desconocía que eran de procedencia ilícita.

Sus restos de ADN también fueron hallados en el garaje de Gavilla, concretamente en el volante de un turismo, sin que el acusado haya sido capaz de dar una explicación a este hecho ciertamente incriminatorio.

Entre los testigos que han comparecido en la primera sesión del juicio, un agente de la Guardia Civil que instruyó el atestado ha explicado que el 'modus operandi' de los acusados consistía en robar vehículos tras forzar el bombín de la puerta que luego, con el uso de dispositivos técnicos, lograban arrancar para utilizarlos más tarde en la comisión de robos en bares, gasolineras, restaurantes y otros establecimientos.

Fue gracias a informaciones de la Policía Municipal las que condujeron a la Guardia Civil hasta el garaje utilizado para esconder los turismos robados.

El Laboratorio de Criminalista de la Comandancia de la Guardia civil realizó la inspección técnico ocular de los vehículos recuperados y tras el oportuno tratamiento de los restos biológicos hallados permitió identificar a los supuestos autores y vincularles como autores materiales de una decena de sustracciones, además de una tentativa de robo con fuerza el 24 de septiembre de 2019 en la gasolinera Gas-Express de la Avenida de Gijón.

La sustracción de los vehículos se produjo principalmente en Zaratán, Valladolid capital, Arroyo, Viana de Cega, todas ellas en la provincia vallisoletana, pero también en Villamuriel de Cerrato (Palencia), Burgos y Zamora.