Los hospitales están inmersos en su particular ‘desescalada’ para tratar de recuperar una parte de la normalidad que se llevó la crisis sanitaria del coronavirus. Aunque sigue habiendo varias decenas de pacientes covid en planta (43 en el Clínico, 28 en el Río Hortega y dos en el Comarcal de Medina), la drástica reducción de estos en las áreas UCI ha sido clave para poder retomar la actividad quirúrgica, «puesto que se necesitaban liberar espacios como las unidades REA para poder empezar a operar», tal como explica el gerente de Sacyl en Valladolid, Eduardo García Prieto. El Río Hortega tiene once críticos covid y el Clínico, siete.
La situación permite ya abrir unos quirófanos que han dejado pendientes «entre dos mil y tres mil operaciones» durante estos dos meses de parón. «La previsión ahora es tratar de hacer entre 1.500 y 2.000 intervenciones al mes, que es operar a poco más de la mitad del ritmo habitual», según calculan desde Sacyl. Porque se sigue trabajando bajo la premisa de una absoluta prudencia: «No podemos poner un hospital al 100% de actividad porque hay que seguir teniendo capacidad por si hay un rebrote del virus», explica García Prieto.
Por ello, se ha decidido que el Río Hortega reabra ya ocho de sus doce quirófanos, el Comarcal de Medina ya pondrá los cuatro en marcha y el Clínico va a sumar «nueve o diez» a los ocho que ha tenido operativos durante toda la crisis. «Vamos abriendo a medida que se puede reactivar la actividad quirúrgica, pero no vamos a abrir todos por ahora», argumenta el gerente, de modo que se pondrán en macha 30 de los 36 de los tres hospitales de la provincia.

600 OPERACIONES URGENTES

Durante estos últimos dos meses se han llevado a cabo unas 600 operaciones urgentes, la mitad en hospitales privados aunque con personal de Sacyl y la otra mitad, fundamentalmente, en el Clínico porque «había operaciones que no se podían sacar de allí». «No hay nada urgente ni prioridad 1 (los procesos oncológicos en los que se debe intervenir antes de 30 días) que no se haya operado, pero ahora toca hacer todas las demás, las de prioridad 2 (que exige una intervención antes de 90 días) e ir metiendo las de prioridad 3, que son las demorables, los juanetes, una fimosis, etcétera», detalla el propio gerente. «Cada servicio está haciendo una revisión de los casos pendientes y una programación en función de la prioridad».