«Tenía una empresa, que trabajaba el tema de las redes sociales, y me comentó una de las compañeras que existía esta aplicación para excedentes». David explica cómo conoció 'Too good to go' hace unos años y el porqué la empezó a usar para su frutería 'La Huerta de la Villa': «Tenemos algunos productos que se pueden consumir pero, por nuestro tipo de negocio, no queremos ponerlos a la venta». Desde entonces, la usan en esta frutería de Villa del Prado, y con éxito; como Pescadería Galindo, en el Mercado del Campillo, donde Félix es claro: «La app funciona y es una forma de no tirar productos».
Esta aplicación para móviles se fundó en 2015 en Dinamarca con el objetivo de reducir el desperdicio alimentario. Llegó a Valladolid en abril de 2019 y solo seis meses más tarde, ofrecía los excedentes alimenticios de una veintena de establecimientos a un precio inferior al habitual. Hoy el número es más del doble en la capital y asciende a 200 con la provincia (según se puede ver en su app). Pescaderías, panaderías, bares, hoteles y hasta grandes superficies, como Ikea, están dentro de esta aplicación, poniendo a disposición de sus clientes aquellos productos que, a última hora (en ocasiones al mediodía o por la mañana), ya saben que no van a vender.
El funcionamiento de esta App es muy sencillo. El usuario o cliente solo la tiene que descargar en su móvil, de forma gratuita, y comprobar qué establecimientos, tipo restaurantes, tiendas y/o panaderías, están adheridos y qué packs sorpresa ofertan en cada franja horaria. Ese pack tiene un precio, que se ve reducido, en algunos casos, hasta el 60 o 70 por ciento.
Félix Galindo, en la pescadería Galindo preparando un pedido. - Foto: Jonathan Tajes«Hay gente, clientes, que nos dicen que han intentado usarla en la frutería, y que es complicado cogerla a tiempo», responde David sobre si está funcionando. En su caso, suele ofertar un pack a última hora del mediodía (por 2,99 euros, cuando el precio de venta normal sería de 9) con esa fruta, verdura o, incluso, algún producto en conserva cercano a su fecha de caducidad, que ya saben que no van a vender: «Procuramos tener el menor desperdicio posible. Andamos entre el 2 y 3%, y algún día hay que cancelar el pack porque no llegamos». Su tipo de cliente es de todas las franjas de edades.
En el caso de la pescadería Galindo, en el Campillo, es más bien joven. Félix conoció la existencia de esta aplicación a través de una persona que hacía las veces de comercial: «Me explicó cómo funcionaba y llevaremos un par de años con ella».
En su caso se trata de producto que a última hora de la mañana ya sabe que no va a tener venta y prefiere ponerlo en la app que tirarlo: «Sabemos que no tiene casi venta... y antes de terminar tirándolo».
Normalmente tiene un par de packs en la aplicación, que usa de martes a sábado; aunque los viernes a veces llega a tres ofertas. Los precios van desde 3,99 (cuando el normal a la venta sería de 12) a 5,99. «Es una forma de no tirar comida y aprovechar lo que te sobra a la gente que le puede valer», asegura Félix.
Como David y Félix hay numerosos negocios en Valladolid. Hoteles, como el Ibis o el NH Bálago, ofertan desayunos; panaderías, fruterías, estaciones de servicio, que ofrecen comida o productos de sus tiendas; supermercados (Lupa, Alcampo o Carrefour), sushiterías, restaurantes, como el Groove, Ginos o Grosso... los packs, eso sí, suelen ser sorpresa, aunque en alguno de estos negocios, por su tipología, se sabe qué es lo que puede contener.