Juzgan al líder del crimen de la Circular por robo de coches

A. G. Mozo
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El presunto ideólogo del asalto a María Aguña, el empresario dental Rubén A.R., se sienta en el banquillo por liderar otra violenta banda en la que él volvía a ejercer de líder en la sombra. Usaba sicarios para robar coches a punta de pistola

Los hechos se produjeron a las 14.30 horas del lunes día 27 de junio en el supermercado Lidl de Pinar de Jalón. - Foto: El Día de Valladolid

El currículum delictivo de Rubén A.R. apenas tiene media docena de muescas, pero en su meritum está, presuntamente, el haber liderado dos de las bandas de ladrones más ambiciosas y osadas nunca vistas a orillas del Pisuerga: la que robaba coches a punta de pistola a las puertas de supermercados para después revenderlos ‘maquillados’ como legales y la que iba a robar más 200.000 euros a una septuagenaria y que acabó cometiendo el crimen de la Circular (y yéndose de vacío).

Lo suyo nada tiene que ver, por ejemplo, con el reguero de daños y violencia que dejaba tras de sí la banda del BMW cada noche que se ponía en marcha. Lo de Rubén tenía otro sello, más sibilino, más oscuro, hasta más cinematográfico podría decirse; con este empresario dental disfrazado del Danny Ocean de Ocean’s Eleven o del Profesor de La Casa de Papel... pero con mucho menos éxito y con un  final en forma de barrotes: la cárcel es el destino que comparten sus dos bandas.

Rubén A.R. tiene 34 años y el miércoles empezará a dar cuenta de su actividad como presunto ideólogo de la primera, la que está acusado de liderar en la sombra junto a su hermano mellizo y que les llevó a montar aquella banda que actuó durante el verano de 2015, con violentos asaltos para robar coches que después reintroducían en el mercado ‘maquillando’ matrículas y bastidores con los de uno igual, pero de desguace. Así robaron un BMW junto a Pinar de Jalón, un Mazda en Arroyo y un Range Rover en Santander. Su caída llegaría dos años después en el marco de la Operación Astor (por el ‘maquillaje’ al que sometían a los vehículos robados antes de venderlos) y en el juicio que se celebra este miércoles podría acabar condenado a penas de hasta 14 años de cárcel.

Este empresario dental está acusado de encabezar un grupo organizado que robaba vehículos de gama alta-media, a punta de pistola o por la fuerza. No eran vehículos elegidos al azar, sino que eran exactos a otros de la misma marca, modelo y año que la banda localizaba y adquiría en desguaces o en negocios de compraventa de coches siniestrados, pero que debían cumplir un requisito indispensable: no haber sido dados de baja en la DGT. Ese era el salvoconducto para intercambiar placas de matrícula y número de bastidor, y legalizar el ‘nuevo’ coche, hasta el punto de que alguno llegó a pasar la ITV.

EN PINAR DE JALÓN Y ARROYO

El primer caso se produjo el día 27 de junio de 2015 en el parking del súper Lidl de la calle Teide, en el barrio de Pinar de Jalón. Allí esperaba uno de los dos sicarios supuestamente contratados por Rubén y su mellizo (el hermano responde a las iniciales B.A.R.) para encañonar al dueño de un BMW X3 y llevarse el vehículo.

El robo, extremadamente inusual en Valladolid, activó las alarmas de los grupos policiales dedicados a la investigación de esta delincuencia. Mucho más cuando, una semana después, el 4 de julio, se repetía el modus operandi en el aparcamiento del supermercado que Aldi tiene en Arroyo de la Encomienda. En aquella ocasión, la víctima fue una mujer que opuso tal resistencia que obligó al ladrón a disparar al aire dos veces y a golpear incluso a la víctima para llevarse su Mazda.

La alarma generada por estos dos robos debió animar a Rubén y su banda a retocar sus planes, porque en el tercer vehículos, los acusados habrían comprado primero un Range Rover de forma legal para, después, vendérselo a un tercero, pero colocándole un GPS antes de entregárselo, con el fin de robarlo haciendo uso del juego de llaves que se quedaron. Lo vendieron el 17 de agosto y a los dos días, dieron con él en Santander y se lo llevaron. A partir de ahí, repitieron toda la fase de ‘maquillaje’: compraron un Range Rover siniestrado del mismo modelo y año, retocaron el número de bastidor del robado poniéndole el del siniestrado y utilizaron toda la documentación del primero con el objetivo de darle apariencia de legalidad al segundo.

La aventura de la banda acabó el 15 de junio de 2017. El trabajo de investigación coloca a los mellizos como autores de la planificación y usuarios de los coches sustraídos, encargándose también de todo lo relativo a la búsqueda, localización y compra de los coches ‘gemelos’ siniestrados, mientras que los otros dos presuntos integrantes de la banda ocupaban el último escalón, siendo los ejecutores de los robos. Se trata de F.J.V.T (de 32 años y sin antecedentes hasta entonces) y de F.B.B. (de 39 y con numerosos antecedentes policiales por delitos contra la propiedad).

EL CASO DE LA CIRCULAR

Rubén permanece en prisión, acusado de ser el ideólogo del conocido como el crimen de la Circular. Igual que ocurrió con la Operación Astor, en la denominada (policialmente) como Operación Mariya, todas las pruebas vuelven a colocarle en el papel de cabecilla, al frente de una planificación que iba a ser el robo del siglo y que acabó sin botín y con la vida de la septuagenaria a la que sus secuaces pensaba arrebatar los más de 200.000 euros que alguien les dijo que había en esa caja fuerte.

La investigación de la Policía, pese a que hace ya casi un año que se apresó a los autores materiales y al supuesto cabecilla de la banda (van siete detenidos), sigue abierta para tratar de averiguar quién filtró a Rubén A.R. que en ese piso de la Circular en el que vivía una mujer de 73 años llamada María Aguña se ocultaba una caja fuerte con más de 200.000 euros en su interior. Las últimas pesquisas desarrolladas por el Grupo de Homicidios de la Unidad contra la Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Brigada Provincial de Policía Judicial dirigen las sospechas a una empresa de cerrajería que acudió al domicilio de la víctima a arreglar la caja fuerte. Hay tres imputados por su supuesta relación con el asalto a María Aguña... y por su estrecha relación con Rubén. Otra vez el ideólogo, el cabecilla de estas dos bandas, aparece en el horizonte final de una investigación minuciosa y de la que no se ha escrito su última página aún.