Tras un verano caliente en muchos municipios castellanos y leoneses por la asistencia sanitaria en el medio rural, el primer pleno autonómico del curso político volvió a reproducir la crispación entre la Junta y la oposición socialista que ya existía antes del parón veraniego. «No voy a dar un paso atrás, todos los consultorios estarán abiertos cuando pase lo peor de la pandemia», aseguró el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, mientras que el portavoz del grupo mayoritario de la Cámara, Luis Tudanca, acusó al Gobierno autonómico de no escuchar a los vecinos que se han movilizado en los últimos meses porque «no quiere una reforma sino un cambio de modelo para cargarse la sanidad pública».
Mañueco insistió en que seguirá trabajando por mejorar las infraestructuras, las plantillas y condiciones laborales de los profesionales. En solitario o con el apoyo de los socialistas, a cuyo líder, Luis Tudanca, invitó a acudir hoy mismo a su despacho para iniciar un diálogo en busca de una «mejor atención sanitaria y no de mayor tensión sanitaria», según respondió el presidente de la Junta al líder de la oposición, quien le preguntó por su intención de seguir adelante con la restructuración de la sanidad que, bajo su punto de vista, implica el cierre de consultorios médicos en el mundo rural.
«Mi gobierno», le dijo, trabaja para tener una sanidad de calidad sobre la base de una Atención Primaria «fuerte y presente en todo el territorio», de la que todos los ciudadanos se sienten orgullosos por su calidad, por estar entre las mejores de toda España, y porque se va a reforzar para mejorarla aún más, explicó.
Para ello pidió a los socialistas que se sienten a su lado, también para pedir al Gobierno de España medidas para agilizar la llegada de profesionales. «Nos sentamos mañana mismo, le espero en mi despacho de la Junta o de las Cortes, ponga la hora. Nos interesa mejorar la Atención Primaria y la asistencia» y garantizar que cada persona tenga un médico y un enfermero de referencia.
Sin embargo, Tudanca ya se anticipó y le reclamó que, para que puedan sentarse a negociar una reforma sanitaria, debe ordenar recuperar la frecuencia y la atención en el medio rural, así como retirar el Plan Aliste «como han pedido alcaldes y diputaciones, también del PP».
El plan de 2013
«No es sólo una reforma, es cuestión de su modelo. En 2013 intentaron cerrar las urgencias, y su plan sigue siendo el mismo. Quiere cargarse la sanidad pública», reprochó Tudanca a Mañueco, quien le trasladó que la «enésima oportunidad para trabajar» y trazar «la mejor sanidad, que tiene problemas, comunes a todas las autonomías». No obstante, le recordó que Castilla y León es la que más médicos tiene por habitante en Atención Primaria, la segunda que más invierte en este niveles, y la que dedica el 20% de sus presupuestos a la puerta de entrada al sistema.
Si tan bueno es, le preguntó Tudanca, por qué hay más de 22.000 personas que se han hecho un seguro privado tras la pandemia, y por qué unos días dicen que faltan profesionales, y otros que están mal distribuidos. «Si les trataran mejor estaríamos otra situación. Llevan años maltratándoles» y puso como ejemplo al oncólogo Carlos García Girón, a quien se le ha denegado continuar en el servicio activo tras llegar a la edad de jubilación.