Santiago González

CARTA DEL DIRECTOR

Santiago González

Director de El Día de Valladolid


La logística urbana necesita soluciones inteligentes y valientes

15/12/2024

Las ciudades se enfrentan hoy a dos realidades que parecen contradictorias, pero que tenemos que armonizar y hacer compatibles con el interés común. Por un lado, el comercio electrónico hace tiempo que está en auge y la previsión es que los consumidores aumenten los pedidos online y esperen un mayor control y rapidez en las entregas. Y mientras, los municipios luchan contra la congestión del tráfico y la contaminación atmosférica debido al aumento de vehículos de reparto y sus emisiones de CO2. Para hacer frente a ello, es inevitable echar mano de la tecnología y el bigdata, que ya está permitiendo grandes avances en la optimización de las rutas de distribución y en el desarrollo de planificadores de rutas dinámicas, así como en una mejor productividad y en el servicio al usuario de ventanas horarias más ajustadas. Este reto se pretende acometer ahora en Valladolid, tras la firma esta semana de un protocolo de colaboración entre el Ayuntamiento y la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), para optimizar la distribución urbana, hacerla más sostenible y estudiar nuevos modelos.
Aunque esta preocupación en las ciudades es bastante reciente, ya existen avances obtenidos por algunos pioneros. Secpho, un clúster de innovación tecnológica formado por empresas, centros tecnológicos y grupos de investigación, es uno de los que ha desarrollado una plataforma digital que, utilizando la Inteligencia Artificial y el Blockchain, permite a las ciudades y empresas co-diseñar, implementar y gestionar el día a día de modelos de distribución urbana que concilian la eficiencia en el reparto urbano -también conocido como última milla- y la necesidad de reducir el impacto ambiental de las ciudades. En las pruebas de campo que han realizado se han conseguido reducir la congestión y las emisiones en más de un 30% y los costes de las actuales flotas en más de un 25%, reduciendo el número de vehículos necesarios maximizando su ocupación y optimizando las rutas. Es solo un ejemplo y seguro que no es el único.
Aunque se sigue investigando y usando las nuevas tecnologías para mejorar, a estas alturas de la vida ya casi todo está inventado. Ciertamente, luego se necesitan dirigentes políticos con responsabilidades públicas que sean valientes y decidan adoptar medidas que sirvan para implantar o facilitar esas soluciones que ya han demostrado su eficacia. El centro histórico de las ciudades, también el de Valladolid, debe buscar maneras para reducir los vehículos contaminantes, convertirse en un espacio amable con el peatón, los niños, las personas mayores y los comercios. Todos saldremos ganando con ello, pero insisto en que aún es mucha la resistencia en ciertos sectores y colectivos que no conciben la vida sin los ruidos y las molestias del tráfico diario.
A pesar de que en varias ocasiones se ha comentado la intención de modernizar estos procesos e implantar proyectos piloto sobre la 'última milla logística', término que hace referencia al último tramo de entrega de un producto, que va desde el centro de distribución hasta su destino final (tanto un domicilio de un cliente particular, como un restaurante, taller, tienda, quiosco o cualquier otro establecimiento), no se ha avanzado nada hasta el momento. Es cierto que eran iniciativas del anterior equipo de gobierno liderado por Puente, pero el actual encabezado por Carnero tampoco ha dado muestras hasta ahora de hacer frente a estos retos. El protocolo de colaboración firmado con Aecoc es una oportunidad para ir dando pasos hacia una mejor gestión de los espacios públicos, entre ellos las zonas de carga y descarga, y un avance hacia la descontaminación de la 'almendra' con la introducción de vehículos eléctricos, algo que tendrá que llegar tarde o temprano con la implantación de la zona de bajas emisiones.
En fin, los expertos en logística de última milla, transporte de proximidad o como se quiera llamar tendrán soluciones, que se irán desarrollando en los próximos años, pero de nada servirán si nuestros políticos (alcaldes, consejeros, ministros) no son valientes y deciden adelantarse a un futuro que ya es el presente en vez de resistirse a ello.