"Me siento mal por tener más confianza en la Administración europea que en las propias", declaraba este miércoles el director general del centro tecnológico Cartif, José Ramón Perán, al ser preguntado por la prensa sobre su opinión acerca de la gestión de los planes europeos de recuperación (PERTE) lanzados desde Europa y después a través del Estado y las comunidades. Señaló que Europa ha demostrado "seriedad" en las convocatorias, en las evaluaciones, en el cumplimiento de compromisos o en la exigencia de resultados, y "todo esto es algo que debe aprender la Administración española, la nacional y la regional". "Debo decirlo con cierto dolor", remarcó.
Como "un ejemplo" citó que Europa, por la pandemia, decidiera lanzar préstamos a fondo perdido que "se han materializado tarde y no suficientemente bien en España", donde señaló que con los PERTE se ha exigido "un esfuerzo superior al que debiera ser". Críticas que en realidad no son nuevas, ya que el año pasado Perán fue en la misma línea cuando celebraron la presentación de la memoria anual 2022 de Cartif, igual que ahora con el acto en el que se exponía la memoria 2023.
El subdirector general de Cartif, Sergio Sanz, por su parte, matizó que en el último año "se ha mejorado algo" al respecto: "Se han publicado PERTE, se ha podido acceder a convocatorias y hemos obtenido proyectos", valoró. Pero incidió en que la "percepción real" es que "esos mecanismos se han desplegado de manera complicada, tarde y a veces de manera confusa para las empresas".
En este sentido, apuntó que centros tecnológicos como Cartif están habituados a tales dificultades, "acostumbrados a modelos de convocatoria pública", por lo que se han sabido mover, pero no así las empresas.
Asimismo, apuntó que ahora percibe "prisas" por publicar convocatorias en 2024 y destacó que desde Cartif tratarán de dar apoyo a las empresas para que participen.