Regalos de Reyes

Javier M. Faya
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La lista de fichajes de enero del Real Valladolid que crearon grandes expectativas es larga. 'Mágico' González, que jugó la pretemporada con el Barça meses antes de aterrizar en 1985, era considerado por Maradona el mejor jugador del mundo

Mágico González, que solo duró cuatro meses en el club blanquivioleta, en un entrenamiento. - Foto: EFE

Los experimentos con gaseosa. Esa parece ser la máxima del Real Valladolid en lo que a fichajes, sobre todo de invierno y más en Segunda División, se refiere. Ahora que los rumores no cesan, que si John se marcha a Brasil, Weissman a Burgos y Malsa a Colorado o que el céltico Miguel Rodríguez viene, bueno es tirar de hemeroteca.   

El 'BBB' ('Bueno, bonito y barato') es muy difícil de encontrar a mitad de temporada. A veces se juega a la 'lotería' de incorporar a un apellido ilustre para ver si se opera el 'milagro'. Hace muchos años, 39, Valladolid pidió magia, concretamente a Jorge 'Mágico' González, la estrella del Cádiz, de quien el mismísimo Maradona -fueron compañeros en el Barça en pretemporada, pero lo expulsó Terry Venables por traerse a dos chicas al hotel de concentración y hacer caso omiso a una alarma de incendios por la noche- aseguró que era el mejor jugador del mundo.    

El conjunto amarillo se encontraba recién descendido y su entrenador por aquel entonces, Benito Joanet, harto de sus juergas, pidió su traspaso. La entidad blanquivioleta pensó que podía  llegar a codearse con los mejores con el salvadoreño, pero el día de su presentación, el delantero mostró sus 'credenciales' con una frase que lo decía todo: «Tengo mucho frío y sueño». Le pusieron un detective, pero nadie le sacó de la 'mala vida', dejando anécdotas memorables en cuatro meses, diez partidos y tres goles. Volvió a la Tacita de Plata, donde dio tardes de gloria y disgustos. Allí patentó la 'culebrita macheteada'. Genio y figura. 

Ben Arfa, el 'galáctico'.

Hubo que esperar a 2020 para encontrar otro 'galáctico' -así se le presentó-: Ben Arfa. «No doy toques con la cabeza que me despeino», señaló ante los medios. Fueron pocos para este especialista en regates porque firmó tan solo 158 minutos en cinco partidos. Llevaba seis meses sin equipo, proclamaron sus detractores -lo mismo podrían decir de Isco, que se sale en el Betis-, que quizás no se dieron cuenta que un año después dio recitales en el Girondins como ya hizo en el Rennes.  

El que sí que tenía madera de 'crack' o eso pensaba Fabio Capello era Manolo Canabal. Con su 1,95 metros, el Madrid pagó 800 millones de pesetas al Mérida por el delantero centro. Fue en el verano del 97. La falta de oportunidades hizo que en enero del 98 recalara en Valladolid, donde en teoría el 'Haaland gallego' -el noruego mide un cm menos- con una cláusula de 8.000 millones de pesetas debía explotar... pero no. En 15 partidos metió un gol un futbolista con una ficha de 60 'kilos'. 

Curiosamente, al conjunto pucelano no solo recaló en ese mercado invernal el ariete de Forcadey, que nunca debutó en partido oficial con los blancos. También Gabriel Heinze y Pablo García, que llegaron al Bernabéu en las temporadas 2007-09 y 2005-06, respectivamente. Tanto el argentino, que también jugaría en el Manchester United y en el PSG, como el uruguayo, que triunfó en Osasuna, calentaron 'banquillo', si bien Heinze regresó en 1999 tras ser cedido en verano al Sporting de Lisboa y triunfó durante la temporada y media que defendió los colores del conjunto vallisoletano.  

Otro ilustre madridista que llegó como regalo de Reyes fue Iván Campo, aunque cuando aterrizó en 1995 procedente del Alavés no era más que un prometedor central.   

Para consagrado, Jan Urban, leyenda de Osasuna, que vino -para no quedarse- un año antes que el vasco. En Pamplona vistió la camiseta 'rojilla' un lustro metiendo goles como churros -58- en la posición de ariete. En el cuadro pucelano lo pasaron ¡a defensa central! No lo hizo mal, pero el equipo descendió, aunque se mantuvo en Primera gracias a los despachos. Con el polaco llegó Pedro Riesco, por el que el Deportivo había pagado 100 'kilos' en el 93. Un fiasco. 

Con mucho pedigrí aterrizó Asier del Horno. Diez veces internacional, 'ex' del Athletic, del Chelsea, del Valencia... Estuvo cedido hace 14 años y cumplió con creces, si bien las lesiones le lastraron.

Los problemas físicos también condenaron a Shoji Jo, el primer japonés que jugó en la Liga. Hizo historia, metió dos goles en 15 partidos, y poco más. Dejó a todos de piedra al descubrirse que le faltaban los ligamentos de la rodilla izquierda. ¿Un cuento? No, real y para nada de Navidad.