Ecologistas en Acción considera inasumible el impacto de la contaminación atmosférica en Valladolid, y demanda a todas las administraciones públicas que reduzcan el tráfico de automóviles por la ciudad y su entorno, principal responsable de la mala calidad del aire. En este sentido, su coordinadora confederal, Carmen Duce, destaca la importancia de la sentencia del Tribunal Superior de Castilla y León que anula la ordenanza que avalaba los cambios introducidos en algunos carriles bici y bus por el nuevo equipo de Gobierno.
Ecologistas ha ido alegando a los cambios en movilidad de este mandato y finalmente ha recurrido a los tribunales, donde ha conseguido una sentencia favorable. ¿Esto apunta a la dirección que se pueda mantener este mandato?
La primera decisión del equipo de Gobierno fue anunciar la ordenanza para revertir los carriles bici y bus que se habían puesto en marcha tras la pandemia, que en el anterior mandato necesitaron una modificación normativa por una denuncia del PP. Ha sido ese mismo argumento jurídico, de que los cambios necesitan un proceso de participación pública, la que se argumenta en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia que anula esta modificación.
Desde Ecologistas en Acción, y la propia plataforma de movilidad, ya con el anterior equipo municipal, estábamos reclamando que había que ir más rápido en los cambios para reducir emisiones, nos parece que llevamos un año perdido. Están jugando a revertir lo anterior sin más argumento que ellos son diferentes y lo van a hacer de otra manera. Pero en la práctica no hay cambios sustanciales, salvo el cambio en el carril bus. No entendemos para qué tanto ruido para dejarlo como estaba, pero es que era una medida interesante que había permitido mejorar la velocidad comercial del autobús.
¿Y en el caso de los carriles bici?
Nos parece una política bastante revanchista, con muy poco sentido de ciudad, de mostrar hacia dónde vamos. Han eliminado dos carriles bici que estaban funcionando bien, que no habían generado mayores problemas de atascos. Ahora sí que hay problemas en la avenida de Gijón por los problemas de la doble fila a la entrada y la salida de los centros educativos porque existe mucha permisividad con un problema que habría que abordar ya.
¿Y qué pasará ahora?
Se está enredando la discusión en cuestiones formales de cómo tiene que ser la ordenanza y cómo tiene que ser la distribución de la movilidad, pero no hay cambios tan radicales y tan profundos de un modelo de ciudad distinto. Hay mejoras que se podrían hacer y se están poniendo obstáculos que no entendemos.
¿Habla del carril bici de Isabel la Católica? ¿Se recurrirá en vía judicial?
Lo hemos intentado. Presentamos una petición de paralización cautelar al juzgado, en tanto se resolvía la sentencia de la ordenanza, que ahora se ha anulado. No se admitió y ya hay una parte del carril bici que se ha desmontado y las máquinas están también haciendo la obra por el parque.
Hay un presupuesto de un millón de euros para esa obra, que no beneficia la movilidad y destruye una zona peatonal y de parque. Y hay que distinguir entre carriles bici para circular, como un vehículo más, o los que son de ocio y de espacio de ocio, que no es lo mismo que circular en bici rápido por la ciudad. En este caso debería estar en la calzada de las vías rápidas y protegido de los coches. Y ahora, posiblemente, esté fuera de la ley por la sentencia del TSJ que anula la ordenanza.
Aunque el equipo de Gobierno mantiene que no se harán cambios y recurrirá la sentencia al Supremo.
Nos parece que es enredar sobre cuestiones de forma y no queremos entrar ahí porque es alargar para mantener una postura que no es racional en un momento de lucha contra el cambio climático y mejorar la calidad del aire.
Pero contraponen que se están construyendo muchos kilómetros de carriles bici. No es tan diferente la política del anterior equipo a la del equipo. Han equipo poniendo en marcha las medidas proyectadas. Han puesto los aparcabicis en la calzada, ocupando aparcamiento, cuando antes ponían el grito en el cielo porque lo racional es ponerlos ahí. Sacan pechos de estas medidas e incluso presumen en la Cumbre del Cambio Climático. Es que tampoco pueden hacer otra cosa hoy en día y con los fondos europeos. No entendemos esta cabezonería en desmontar algo que funcionaba. Creo que lo han elegido como un símbolo.
También se ha reducido a la mitad la extensión de la nueva Zona de Bajas Emisiones (ZBE), algo a lo que también alegaron, pero sus propuestas no fueron consideradas.
La anterior eran tres kilómetros cuadrados y ya nos parecía justita porque hay que avanzar hacia usar menos el coche. La de ahora es ridícula porque es casi la zona peatonalizada de la ciudad. Además, no hay estaciones medidoras dentro de ese espacio, con lo que será difícil evaluar su efectividad. Y en marzo se las nuevas directrices de la directiva de calidad del aire que rebaja la mitad los límites. Hasta ahora estábamos cumpliendo de sobra, pero ahora ya estamos justos.
La ordenanza de la ZBE no solo ha rebajado su extensión a la almendra central, también ha ampliado las exenciones. ¿Qué les parece?
Hay algunas que son muy razonables, como las excepciones temporales por cuestiones de trabajo o para personas con movilidad reducida, pero hay otras que van en sentido absolutamente de la intención de la restricción, como es la del acceso en vehículo privado a los colegios.
La Federación de AMPAS llevan años pidiendo que alrededor de los colegios no se aparten y no se circulen coche para garantizar que los niños pueden ir de manera autónoma con seguridad y esto va a suponer un problema.
En lo referido a las políticas de calidad del aire, ¿considera que se avanza adecuadamente?
Tenemos que ir a mejor porque la situación climática es de terror, y hace seis semanas lo hemos visto bien cerca. Hay que frenar las emisiones contaminantes cuanto antes. El Ayuntamiento está bastante relajado porque hasta ahora estamos cumpliendo los límites legales, pero es que la nueva directiva de calidad del aire los rebaja muchísimo, y eso que esta directiva duplica lo que dice la Organización Mundial de la Salud la Organización Mundial, que lo rebaja mucho más.
La Concejalía de Tráfico y Movilidad anuncia una modificación de la ordenanza de la bicicleta, ¿qué propuestas plantearán?
Ahí la Asamblea Ciclista es quien tiene una propuesta más elaborada. Plantearon un plan de la estrategia de la bicicleta, con orientaciones como las de conectar los carriles bici para garantizar la seguridad. También se pide seguir apostando por los aparcabicis, que están funcionando muy bien, especialmente en los barrios especialmente. Y el servicio público de bicicletas ha supuesto un antes y un después.
¿Eso es extensible a lo referido a las políticas para potenciar el transporte público?
En este tema nos preocupan algunas valoraciones que nos están llegando de usuarios, aunque no hay una asociación como tal y podría ser interesante por recoger las demandas. Las quejas coinciden en la pérdida de frecuencias, aunque esto no se pueda ver en los datos oficiales. Ahora el precio no es un problema porque con las bonificaciones especiales es mínimo, pero es importante mantener frecuencias y cumplir el horario. Para conocer la realidad, el próximo año haremos un análisis más riguroso para conocer cómo funciona.
¿Hay diálogo fluido con el equipo de Gobierno para abordar todas estas cuestiones?
Sí que se están manteniendo los espacios formales estrictos, como el de la Agenda Local 2030 o el Consejo de Movilidad, pero no hay una relación fluida, ni un diálogo fluido. Cuando hemos pedido reuniones expresamente nos han recibido, no con celeridad, pero sí hemos tenido la reunión, aunque notamos poca capacidad de escucha.
Ahora está en exposición pública al plan de acción contra el ruido, que plantea acciones para reducir la contaminación acústica por el tráfico rodado. ¿Qué valoración les merecen que las medidas planteadas sean voluntarias para cada área?
Nos parece una herramienta que podría ser muy interesante si fuera rigurosa. Sí que creemos que es. El tema del ruido, tanto el Ayuntamiento como la sociedad, tenemos que hacer mucha pedagogía. Hay estudios recientes que asocian vivir en calles con altos niveles de ruido con un incremento de los ingresos hospitalarios por ansiedad e incluso intentos de suicidio. Es un tema muy serio y como sociedad todavía nos está costando hablar.
¿De cara a los presupuestos municipales para el próximo año, que se presentarán próximamente, cuál sería su prioridad en movilidad?
Sería importante la coherencia entre políticas municipales y tener una visión, un diseño de ciudad, no estar haciendo parche de cosas. ¿Cuál es el modelo de ciudad por el que se quiere apostar? Y ahí entrar a dialogar. Nuestro modelo es el que mantenga el espíritu de ciudad compacta, donde se pueda vivir, consumir, comprar, estudiar o trabajar moviéndose a pie, que no sea necesario el vehículo privado.
Valladolid tiene el potencial de poder ser así porque prácticamente ya lo es, pero hay que darle un empujón y mejorar la caminabilidad.