El vicepresidente primero de la Cámara de Comercio de Valladolid, Javier Labarga, advirtió hoy que hay un temor a que la capital se quede sin integración ni soterramiento de las vías del tren. No en vano, apuntó que el soterramiento es un proyecto a medio y largo plazo mientras que la integración estaba prevista y ya se han hecho obras, además de estar algunas en marcha. "Existen otras obras que estaban proyectadas y ya no tienen el ritmo y el tiempo. A ver si nos vamos a quedar sin ninguna de las dos cosas. Puede pasar y es lo que no debe ocurrir", sentenció.
Con motivo de un desayuno informativo para presentar las acciones y proyectos que la corporación cameral desarrollará en 2024, el presidente de la Cámara, Labarga trasladó la preocupación empresarios de la provincia y miembros de la institución por que, al final por que Valladolid se quede sin integración ni soterramiento, que corresponden a dos "propuestas" políticas.
Por su parte, el presidente de la Cámara, Víctor Caramanzana, consideró que el soterramiento de las vías del tren es una infraestructura necesaria para hacer más atractiva y mejor la ciudad. De ahí que reclamara un estudio "independiente" de una empresa, al margen del realizado por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). "Si otro informe dice que el soterramiento es inviable técnicamente, habrá que olvidarse de ello, aunque yo creo que se puede hacer, con la documentación que manejó la Cámara en su momento. Siempre se decide mejor con dos estudios que con uno. Y luego se tomen las decisiones políticas que correspondan", añadió.
Caramanzana recordó, según recogió la Agencia Ical, que las infraestructuras son "buenas" cuando están finalizadas pero también cuando se llevan a cabo, por que generan dinero, recursos y empleo. En este sentido, se refirió a que una parte importante de los 1.500 millones de euros que costaría el soterramiento de Valladolid, según el Ministerio de Transportes, revierte en el Estado, con el pago de los impuestos del IVA, sociedades y Seguridad Social, con la creación de empleo. Además, del impacto económico que beneficiará al comercio y la hostelería de la ciudad. "La parte económica no puede ser la fundamental para no realizar el soterramiento de la ciudad", aseveró.
El presidente de la institución cameral destacó que Valladolid es una provincia que genera "muchos" recursos, al precisar que generó en impuestos cerca de 2.100 millones de euros el año pasado, a falta de cerrar el ejercicio de 2023 con los datos de diciembre. "Esa cantidad multiplicada por los 15 años que duraría la obra supondría llegar a los 30.000 millones", expuso. De ahí que reiterara, "sin ánimo de polemizar", la necesidad de sacar la parte económica de la "ecuación" del soterramiento.
Además, se refirió a que hay territorios "históricos" que reciben dinero para acometer los soterramientos del tren en sus ciudades aunque declaró que Valladolid también es una provincia "histórica", con una necesidad de infraestructuras "muy importante". También, apuntó que será uno de los puntos clave en el Corredor Atlántico para convertirse en la ciudad más relevante del noroeste de España.
Caramanza también apostó por recuperar el aeropuerto de Villanubla, con vuelos internacionales y que sea el principal de la Comunidad. Una demanda que justificó al apuntar que Valladolid forma parte del eje atlántico, que comienza en Canarias, pasa por Andalucía, Extremadura, Castilla y León y acaba en los Pirineos. Señaló que todos estos territorios cuentan con infraestructuras relevantes como aeropuertos pero no la Comunidad. "Lo normal es que el aeropuerto de Castilla y León sea el de Valladolid por que está dentro del eje atlántico en el horizonte de 2030", añadió.
Preguntado por si este impulso de Villanubla debe pasar por más subvenciones, el presidente de la Cámara respondió que la mayor parte de los sectores cuentan con ayudas públicas y que el aeropuerto también lo puede ser. En este sentido, planteó la posibilidad de utilizar los fondos europeos para esta infraestructura que es "tan importante".