El mundo de los negocios trata siempre de abrirse camino, incluso en épocas de crisis e incertidumbre como la actual, y encontrar oportunidades de rentabilidad en sectores y productos donde recuperar sus inversiones en el menor tiempo posible y, en la medida de sus posibilidades, incrementar su capital.

En este contexto, el sector inmobiliario español se mantiene actualmente como uno de los productos más atractivos en una carrera que busca optimizar la rentabilidad entre las diferentes opciones a la hora de invertir bien en viviendas, oficinas, locales, garajes e, incluso, en fincas agrícolas para explotar en el mercado del alquiler como los valores más seguros.

De hecho, el precio de los arrendamientos ha ido al alza en los últimos años y ha registrado los retornos más altos de toda la serie histórica. De esta forma, los expertos sostienen que mientras el nivel del alquiler prosiga en cifras altas y los bienes inmobiliarios se mantengan en valores estables, la rentabilidad de este sector seguirá ofreciendo cifras positivas.

La inversión en ladrillo se mantiene en el país como una de las más seguras frente a los productos financieros y bursátiles. 

Se trata de un mercado en el que buena parte de los españoles han apostado tradicionalmente más por la compra que por el alquiler. Una tendencia que, aunque está cambiando debido al encarecimiento de los tipos de interés y de los bienes inmuebles, sin embargo, la mayor parte de los inversores llevan este producto en sus carteras al considerarlos valores refugio, especialmente en épocas de crisis o de incertidumbres como la actual. 

De esta forma, adquirir una vivienda, una oficina, un local, un garaje o una finca agraria para explotarla desde el mercado del alquiler es una de las prácticas más habituales entre los inversores que buscan obtener altas rentabilidades.

Los economistas subrayan que no todos los productos ofrecen el mismo nivel de beneficio y, de hecho, destacan que, por ejemplo, las oficinas fueron en 2023 las que más ganancias aportaron con tasas de retorno cercanas al 12%. En segundo lugar, están los locales comerciales, que ofrecieron rentas en alquiler de casi un 10% o las plazas de garaje que también situaron su beneficio en un 9,8%. Le siguen las viviendas con un 7,1%. En último lugar, pero con tasas muy altas, están las fincas agrícolas con un superávit de un 3,95% y un atractivo muy especial ya que son fáciles de vender si urge obtener liquidez. 

Los economistas hablan de una carrera en la que cada producto inmobiliario tiene su propio público objetivo y, a pesar de que los pisos no sean los que mayor lucro aporten, sin embargo, siguen siendo el valor estrella de los ahorradores a la hora de colocar sus inversiones sacándoles al mercado del alquiler.

En este escenario, también los garajes, que constituyen bienes muy asequibles para la mayor parte de las personas, resultan muy atractivos para pequeños ahorradores al ofrecer retornos superiores al 10% en la mayor parte del país y con períodos de amortización de poco más de 15 años.

Los expertos destacan también que las ganancias obtenidas en el sector inmobiliario son superiores a los bonos del Estado a 10 años, que se colocaron en el 3,5% en 2022 y en el 3,1% en diciembre de 2023. 

Ley de vivienda

Entre las voces más críticas que analizan la viabilidad del sector están los que sostienen que en el medio plazo, estos valores inmobiliarios citados se están frenando con la ley de la vivienda que regula los precios de los alquileres. Así, señalan que comprar una casa para ponerla en renta es actualmente menos interesante que hace un año y sostienen que si en diciembre de 2022 este mercado ofrecía un retorno del 7,2%, al cierre de 2023, bajó al 7,1%.