Otra derrota en la pretemporada

D.V.
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El UEMC RVB firmó un buen partido en la cancha del Cáceres Patrimonio de la Humanidad, pero se quedó sin gasolina en los minutos finales hasta caer en la penúltima prueba de la pretemporada (76-69)

Imagen del UEMC Real Valladolid Baloncesto en el amistoso en Cáceres. - Foto: Javier Romo

Al UEMC Real Valladolid Baloncesto le cuesta ganar en pretemporada. Aunque son partidos de preparación y el equipo sigue creciendo, a los de Paco García les está costando asimilar lo más importante: aprender a vencer. Tras un partido de alternativas en el que Cáceres Patrimonio de la Humanidad fue mejor y llegó más fresco a los minutos finales, el cuadro vallisoletano firmó su quinta derrota consecutiva en la penúltima prueba de la puesta a punto.

Con la única ausencia de Sergi Costa, baja en el encuentro por el reciente fallecimiento de su abuelo, el UEMC RVB se plantó en Cáceres para disputar el penúltimo test de la pretemporada y lo hizo con ganas, muchas ganas, de lograr una victoria que refrendara el trabajo de las últimas semanas. No tardó en dejarlo patente sobre el parqué.

Comenzaron bien en defensa los de Paco García, intensos y ajustando las ayudas, aunque Greg Gantt, una de las figuras más queridas del Pisuerga, golpeó con dos triples para poner por delante a los extremeños (10-6). La buena labor bajo los aros y el dominio del rebote permitió a los vallisoletanos mantener el ritmo anotador de los verdinegros (13-8), tremendamente acertados en el perímetro. Todo lo contrario que un UEMC RVB sin puntería desde más allá del arco, pero contundente en la pintura.

Los vallisoletanos, con el canterano Juan Lambás en el campo ejerciendo de base, dieron la vuelta al marcador y recuperaron el mando con un parcial de 1-9. De menos a más, los blanquivioleta lograron cerrar el aro durante varios minutos y castigaron las pérdidas de los extremeños para finalizar los primeros diez minutos con ventaja (14-17).

La inercia favorable a los visitantes no cesó ahí. Más agresivos y verticales, como demandaba Paco García, el UEMC Real Valladolid Baloncesto aumentó la ventaja con cuatro tantos seguidos de Kovacevic (16-23), forzando además tres faltas personales en los locales y quedando al borde del bonus. Fue precisamente el esloveno y desde la línea de personal quien puso una nueva máxima en el marcador (19-27).

Los castellanos mantuvieron el nivel defensivo y no bajaron ni un ápice la intensidad, acompañando el trabajo atrás con un baloncesto fluido y rápido en ataque. Con más alegría y chispa que en los últimos encuentros, los de Paco García llegaron a mandar por diez puntos (19-29), obligando al local Roberto Blanco a pedir un tiempo muerto. La reacción extremeña fue inmediata. Los visitantes se apagaron en ataque y se desangraron con las pérdidas, llegando al descanso sin botín (36-36).

Salvo la desconexión en la recta final de la primera parte, el UEMC Real Valladolid Baloncesto estaba cuajando una buena actuación, demostrando de nuevo mejoría y progresión, con el único debe en el acierto (1/11 en triples). Pero eso no tardó en cambiar.

Los de Paco García salieron de vestuarios con otro tono… y más tino. De hecho, abrieron el tercer cuarto con dos triples, obra de Mike Torres (13 puntos hasta el momento) y Belemene, que distanciaron a los foráneos. Los de Roberto Blanco dieron la réplica con las mismas armas, anotando de tres en tres, y tras tres balazos seguidos recuperaron la iniciativa de nuevo (50-49).

Tras unos minutos de intercambio de golpes desde la larga distancia, la entrada a la pista de Sergio de la Fuente y Nwogbo dotó de otras herramientas al cuadro de Paco García, ahora más incisivo en la pintura y menos dependiente del acierto exterior. Así, mostrando las variantes y las armas en función del quinteto en pista, el UEMC Real Valladolid Baloncesto llegó a los últimos diez minutos con todo por decidir (55-55), pero volviendo a mostrar un paso adelante en la penúltima prueba de pretemporada.

Faltaba redondear ese salto con una victoria que lo ratificara. Y el UEMC Real Valladolid Baloncesto lo logró esta vez, demostrando, además, ese aprender a ganar que pedía el técnico pucelano. Cáceres entró pronto en bonus, con 5:30 por disputarse (64-60), incapaz de contener a los vallisoletanos, más agresivos e intensos conforme avanzaban los minutos. Las ardillas anhelaban el triunfo y lo estaban dejando patente.

Esa prematura entrada en bonus fue importante, pero no diferencial. Los de Paco García sumaban con cuentagotas, tiro libre a tiro libre, estaban ya en la reserva y no eran capaces de ver canasta, más allá de lo sumado desde el 4.60. Y las piernas flaquearon de nuevo. Sin energía, sin gasolina, las pérdidas y el mayor acierto y saber hacer de los extremeños en los minutos finales acabaron certificando la derrota de los pucelanos (76-69), quienes, nuevamente, volvieron a hacer méritos para ganar. Pero no lo obraron.

El viernes a las 20.00 horas, en el Pabellón Municipal de Cigales, última prueba de pretemporada para el UEMC Real Valladolid Baloncesto, que recibirá al Guuk Gipuzkoa Basket.

Ficha técnica:

76 – Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Atencia (14), Gantt (15), Bonilla (10), Raitanen (13), Dikembe (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Rodrigo (0), Cepukaitis (6), Dani García (0), Dani Rodríguez (6), Santana (4), Sigismonti (0) y Carreño (0).

69 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Mike Torres (21), Devin Schmidt (0), Romaric Belemene (10), Jaime Fernández (3), Lotanna Nwogbo (6) -quinteto inicial-. También jugaron: Juan Lambás (0), Juan García-Abril (0), Jaan Puidet (2), Iñigo Royo (4), Lucas N'Guessan (6), Maj Kovacevic (9) y Sergio de la Fuente (8).

Parciales: 14-17, 22-19 (36-36), 19-19 (55-55) y 21-24 (76-69 final).

Árbitros: Sergio Acevedo, Alberto García y Carlos Grande.

Incidencias: Partido de pretemporada disputado en el Pabellón Multiusos Ciudad de Cáceres ante cerca de 500 personas.

Caja Rural de Zamora

El Real Valladolid Baloncesto y Caja Rural de Zamora siguen caminando de la mano. El club y la entidad bancaria renuevan una temporada más su convenio.

De este modo, la entidad bancaria, que ya lleva varias temporadas como patrocinador blanquivioleta, ratifica su apuesta por el club. Por ello, el filial pucelano llevará su nombre y se denominará Caja Rural Real Valladolid Baloncesto, el cual competirá en Primera Nacional.

Asimismo, el club afianza su relación con Caja Rural de Zamora, marca afincada en Valladolid desde hace muchos años, en los que se ha erigido como uno de los pilares del deporte de la ciudad y la provincia. Y una entidad que comparte muchos valores con el Real Valladolid Baloncesto, lo cual les convierte en un compañero de viaje idóneo.