Valladolid se cuela en los puestos de cabeza del ranking de capitales españolas con más extensión de rutas ciclistas, entre carriles bici y ciclocarriles. La capital dispone de más de 150 kilómetros de viales ciclistas, a los que hay que sumar otros 15 que actualmente están en obras. Esto la coloca detrás de Barcelona (209 km), Madrid (195km), Albacete (190Km) y Sevilla (180 km).
Este crecimiento de la red ciclable se debe, en parte, a la llegada de fondos europeos tras la pandemia para potenciar una movilidad más sostenible. Este dinero se ha destinado a la construcción de 18 nuevos kilómetros, distribuidos en diez tramos por distintos puntos de la capital. Además, la opción de habilitar, primero, como ciclocarriles la mayoría de las calles del centro y, después, extender este modelo a muchos barrios ha permitido sumar más de 35 kilómetros.
Un mallado al que hay que sumar el carril bici a Santovenia que ejecutó la Junta, el que se está construyendo en el Camino Viejo de Simancas, las conexiones con Zaratán y La Cistérniga y los más de 10 kilómetros de carril bici que corren a cargo del Ministerio de Transportes en el VA-20, entre la antigua N-620 y la conexión con la A-11. Este último estará terminado el próximo año y podría llevar la red ciciclista en la ciudad hasta los 200 kms.
Sin conexión.
Sin embargo, este crecimiento de la red ciclista no mitiga un problema endémico: la falta de conexión entre los distintos tramos. En la red ciclista se pueden observar hasta tres áreas muy separadas entre sí. El tramo más largo, que recorre longitudinalmente la capital, va desde la avenida de Burgos hasta el límite con Arroyo. Un recorrido de más de seis kilómetros, que propicia que esta arteria ciclista tenga ramales, pero mucho más cortos, hacia Villa del Prado, el Camino Viejo de Simancas, Arturo Eyries, Huerta del Rey, Rondilla y la Vitoria.
De hecho, se acaba de adjudicar las obras del nuevo carril en la calle Eras, que unirá el de la calle Mieses con la avenida Gijón, la calle Canal y la avenida Salamanca. Tendrá una longitud de más de 800 metros.
En la zona centro y el paseo de Zorrilla, la opción prioritaria es el ciclocarril y el carril bici compartido, que tienen menor aceptación entre los ciclistas. Una medida que ahora se extiende al tramo que se está construyendo en el paseo de Isabel la Católica para sustituir el vial exento en la calzada y devolver este espacio al automóvil. El trazado, de 1,1 km, mantendrá la conexión entre el del paseo del Renacimiento, el acceso a la playa de las Moreras, el carril del puente del Poniente y la calle Gloria Fuertes con el del puente de Isabel La Católica y la calle Miguel Ángel Blanco.
En la zona este hay menor cobertura de la red ciclista, aunque actualmente se está trabajando en la construcción de nuevos tramos, algunos para conectar con otros ya existentes. Este es el caso de los 380 metros ejecutados ya en el paseo de Juan Carlos I, entre la Avenida de Soria y la calle de Canterac. Además, Movilidad adjudicó a principios de este mes las obras de otros 600 metros, desde la calle Puente la Reina hasta la calle Faisán. Con esta intervención se dará por concluida en esta vía la infraestructura ciclista en su totalidad, ya que se han descartado las opciones para el tramo junto al parque de Bomberos por la complejidad técnica de las soluciones y los problemas en el tráfico.
En esta área también se está trabajando en un nuevo carril en las calles Aluminio y Pirita, en el Polígono de San Cristóbal, con una longitud conjunta de casi 3 kilómetros. Aunque, el proyecto de mayor magnitud es el del Ministerio de Transportes, que invertirá 16 millones de euros para humanizar el tramo de la VA-20 entre la antigua N-620 y la carretera de Soria. Esta reforma incluye una nueva vía ciclista, señalizada y dotada con iluminación LED. Una vía desde la que se podrá acceder al carril bici a La Cistérniga, que se acaba de reacondicionar, a Santovenia y con el que conectará con La Cistérniga.
Esta misma semana se ha aprobado la adjudicación del contrato que permitirá reactivar la obra del tramo de dos kilómetros, que estaba paralizada por la quiebra de la anterior concesionaria, del carril bici del Camino Viejo de Simancas, que incluirá también una conexión con la zona de El Peral.