Piden cinco años por el atropello mortal de tres camioneros

D.V.
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Los fallecidos estaban sofocando un incendio del semirremolque que conducía uno de ellos cuando fueron arroyados por otro transportistas en la A-62 a la altura de Tordesillas en enero de 2021

Imagen de archivo de guardia civil de tráfico. - Foto: Guardia Civil

Fiscalía de Valladolid solicita una condena de cinco años de cárcel para el transportista que en enero de 2021, hace ahora cuatro años, atropelló mortalmente a otros tres camioneros en la A-62, a la altura de Tordesillas, cuando los tres fallecidos participaban en las tareas de extinción de las llamas que habían prendido en varios neumáticos del semirremolque del vehículo pesado que conducía uno de ellos.

El juicio por estos hechos se celebrará los días 17 y 18 de marzo en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Valladolid, donde el encausado, el camionero M.A.H.C, de 59 años cuando se produjo el trágico accidente, se enfrenta a la citada pena privativa de libertad, junto con la retirada del carné de conducir por espacio de seis años, como autor de tres delitos de homicidio por imprudencia grave, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

En concepto de responsabilidad civil, la acusación pública solicita al encausado y la compañía de seguros, Plus Ultra, indemnizaciones por importe global que supera los 979.713 euros, de ellos más de 312.000 euros para los familiares del transportista fallecido Alberto R.M., de 43 años; 320.203 para la viuda y familiares de Antonio N.A, de 51 años, y 346.699 para la esposa y familia de Pedro A. D.S, de 35 años.

En el juicio se analizará lo ocurrido el 18 de enero de 2021 cuando, sobre las 07.35 horas, el camión que conducía Antonio N.A. por la A-62, a la altura del kilómetro 152,787, en Tordesillas, sufrió una avería mecánica que produjo el incendio de varios de los neumáticos del semirremolque, lo que le obligó a detenerse en el arcén, ocupando la totalidad del mismo y parte del carril derecho, y a señalizar su detención con los cuatro intermitentes--warning-y el alumbrado de corto alcance.

Otros dos transportistas que pasaban por aquel punto detuvieron también sus vehículos pesados con el fin de auxiliar al compañero en las labores de extinción del fuego. Así, Pedro A. D.S. y Alberto R.M. estacionaron también sus camiones, debidamente señalizados, delante del vehículo del compañero en apuros y comenzaron a extinguir el fuego mientras permanecían en el carril derecho de la calzada, de los cuatro existentes.

"Distracción y/o desatención"

Fue en este instante cuando otro camión pasó por el lugar a una velocidad de entre 78 y 81 kilómetros por hora sin que su conductor, según la acusación pública, se percatara de la presencia del camión averiado porque circulaba "con gran distracción y/o desatención en la conducción", pese al humo, las llamas y las luces de emergencia que se hallaban activadas.

Así, el encausado no redujo la velocidad hasta una veintena de metros antes del lugar de impacto y en último momento efectuó una maniobra evasiva para evitar la colisión, sin que pudiera finalmente evitar el choque con el vértice izquierdo del semirremolque del camión incendiado y el atropello de los tres camioneros que participaban en su extinción.

En el momento de producirse el fatal accidente, sobre las 07.35 horas, se trataba de horario nocturno, con niebla ligera que no dificultaba la visibilidad, y la vía constaba de cuatro carriles de circulación y dos arcenes practicables, circunstancias que, a juicio del fiscal del caso, no influyeron en la distracción y/o desatención del acusado.

Otro camionero que circulaba también por el carril derecho con su vehículo pesado se percató de la existencia del camión averiado y se desplazó al segundo carril, reduciendo la velocidad. No pudo esquivar, sin embargo, un bulto en la calzada que el camionero creyó en un primer momento que se trataba de restos de neumáticos--se trataba de los cuerpos de dos de los fallecidos--, aunque a posteriori, cuando se detuvo a descansar, comprobó para su sorpresa que la parte baja frontal de su vehículo presentaba manchas de sangre y restos biológicos, lo que le llevó a poner los hechos en conocimiento inmediato del Servicio de Emergencias 112.