Valladolid se vistió este lunes de blanquivioleta para mostrar el orgullo de regresar a Primera división tan solo un año después y acompañar a los héroes de la gesta, jugadores y un cuerpo técnico liderado por el uruguayo Paulo Pezzolano, que desde el balcón del Ayuntamiento de la ciudad coreó el cántico 'Pezzolano dimisión' que escuchó muchas veces en el estadio José Zorrilla por parte de su afición.
Aunque la celebración ya tuvo su inicio justo después de terminar el encuentro ante el Villarreal B, en el propio césped del estadio José Zorrilla, este lunes se llevó a cabo el ya tradicional "paseo" del equipo por la ciudad, informa Efe.
- Foto: J.T.
Primero, a través del río, en el barco "Leyenda del Pisuerga", en el que el presidente del club, Ronaldo Nazário, fue uno de los más tranquilos en el festejo, si bien su cara reflejaba una inmensa felicidad.
Los cánticos no cesaron durante todo el trayecto, con el clásico "Pucela es de Primera" en el número uno de la lista, o 'Ale Pucela, ale, ale', pero si hubo uno destacado fue el de 'Pezzolano dimisión'.
De hecho, el propio técnico uruguayo comenzó el acto desde el Ayuntamiento, al que llegaron tras el baño de masas por las calles de la ciudad en el bus turístico, cogiendo el micrófono y gritando lo que ya parece un himno entre los aficionados.
Tras un año tremendamente duro, tal y como él mismo reconoció, en un alarde de orgullo, ese que le ha permitido lograr el objetivo que se propuso en el inicio de temporada, ha sido el primero que sacó a colación la frase.
Pero, antes, el alcalde de la ciudad, Jesús Julio Carnero, ataviado con la camiseta blanquivoleta, junto a otras autoridades locales y autonómicas, dio la enhorabuena al Real Valladolid por lo conseguido.
"Esta ciudad os quiere", aseguró el edil vallisoletano, que se vio acompasado por los gritos y saltos de los jugadores, a los que representó el capitán, Jordi Masip, quien destacó el "honor" que supone haber representado a la ciudad.
También el astro brasileño participó en este homenaje institucional y, tras admitir que ha sido "un año muy duro", dio las gracias a la afición y terminó su corta intervención con un "Aúpa Pucela".
Uno a uno, todos los integrantes de la plantilla del ya equipo de Primera, se dirigieron, desde el balcón consistorial, a los más de 25.000 seguidores que se congregaron en la Plaza Mayor, según datos de la Policía Municipal.
Algunos de ellos, como Raúl Moro, especialmente alabados por los aficionados, puesto que ha sido uno de los mejores del cuadro pucelano, de ahí que le pidieran que se quedara el próximo año.
Pezzolano inauguró ese encuentro con la gente con el ya recurrente 'Pezzolano dimisión', pero no quiso decir nada más, quizá para evitar que la fiesta se chafara con algún improperio inoportuno cuando, realmente, el gran protagonista de todo ha sido él.
La música cerró ese reconocimiento de los vallisoletanos a un Real Valladolid que, el siguiente curso, tendrá a otros rivales y que, en los próximos meses, podría cambiar de manos, a pesar de que el actual presidente haya dicho que tiene ganas de seguir en el club.