Álvaro Rubio: "Lo que vivimos ese día fue exagerado"

M.B
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El '18' del Real Valladolid habla del ascenso de 2007 y de las celebraciones; también de los inicios dubitativos y del vestuario, y su gran relación, como uno de los puntos fuertes de aquel equipo

Álvaro Rubio fue uno de los protagonistas del histórico ascenso de hoy hace 13 años a Primera. El '18' del Real Valladolid ha recordado en la web del club sus sensaciones, dejando un claro "lo que vivimos ese día fue exagerado".

"Personalmente hasta pensamos... 'sí, hemos ascendido, pero no sé si nos merecemos algo tan grande'. Pero bueno, lo disfruté muchísimo, y lo pude disfrutar con mi familia, fue redondo", añade un jugador que vistió diez temporadas la camiseta del Real Valladolid y que hoy es parte del cuerpo técnico de Sergio González.

El riojano habla de aquel encuentro en Tenerife, de aquel 22 de abril de 2007: "El ambiente era de otro partido más. El nerviosismo es un poquito mayor porque sabes que tienes la posibilidad de ascender, y la responsabilidad de que mucha gente se desplazó hasta Tenerife, sabemos que es un desembolso de dinero importante, no quieres defraudar". Añadiendo que antes del encuentro "no hubo una charla motivacional, en esos momentos no hace falta, el jugador está súper motivado". "Sabíamos que si hacíamos las cosas bien íbamos a ganar", afirma el mediocentro, consciente de que ese año la sensación era "una que no he tenido nunca más, de superioridad, sabíamos que íbamos a ganar". 

Álvaro Rubio: Álvaro Rubio: "Lo que vivimos ese día fue exagerado"

Rubio no solo recuerda el ascenso, también la celebración del día después: "Te esperas que haya gente, pero no lo que pasó ese día. La sensación de ir en el barco y todos los puentes y orillas llenas, no podía haber más gente; desde la playa hasta la Plaza Mayor, una manta de gente y una sensación que no puedo explicar". Una fiesta que se vivió en la Plaza Zorrilla de la ciudad, que no tardó en llenarse de aficionados a los pocos minutos de finalizar el encuentro. Y que también se celebró sobre el césped en Tenerife. Un alegría que contagió a todos, incluidos a los jugadores: "Pasan muchas cosas por la cabeza. Primero la familia, sin ellos no sería lo mismo. Segundo la alegría que produces en la gente, la ciudad y por supuesto el club, que se sanea más ya que en aquellos tiempos la economía era justita".

Pero antes de eso, hubo 'curvas', momento de dudas. Álvaro Rubio relata una anécdota: "En la pretemporada, con Iñaki Bea, siempre decíamos 'madre mía, somos malísimos, no vamos a ganar a nadie'. Como que se nos había olvidado jugar al fútbol, me sentía así, como que no daba una. Ahora lo puedes contar porque salió bien, pero en ese momento se pasan muchas cosas por la cabeza". También hubo dudas en el arranque del año: "Piensas en mil cosas, la primera que tú no haces bien las cosas y parte de la culpa es tuya. No encuentras la manera de mejorar, pero no puedes tirar la toalla".

Un vestuario de amigos

Álvaro Rubio: Álvaro Rubio: "Lo que vivimos ese día fue exagerado"

Aunque para él, una de los puntos fuertes fue aquella plantilla de la temporada 2006-2007: "La relación entre nosotros era increíble, daba igual con quien te sentases, con quien estuvieses en la habitación". Y, aunque no afirma que esa sea la clave del éxito, sí reconoce que "era una sensación extraña con respecto a otros años, el mejor vestuario que he tenido en mi carrera deportiva".

"Seguimos teniendo muy buena amistad con muchos de los jugadores que estábamos. Más que un vestuario fue un grupo de amigos", relata Álvaro Rubio que, tras aquella temporada, ha hecho de Valladolid su hogar, junto a su mujer, y ahora también con sus hijos. "Nos gusta mucho la ciudad, estamos muy a gusto, siempre nos han tratado muy bien y decidimos quedarnos aquí", reflexiona.