En los últimos meses las redes sociales han ido dibujando la que podría denominarse como la 'ruta del colchón' en Valladolid. Este es uno de los enseres que más prolifera junto a los contenedores de basura, pero en un recorrido por los distintos barrios se pueden localizar todo tipo de mobiliario, además de sacos de escombros y sanitarios. Un trayecto que tiene su zona cero en Las Delicias, y que afecta principalmente a la avenida de Segovia y las calles Transición y Caamaño.
Unos puntos que ha visitado El Día de Valladolid junto a uno de los equipos del servicio de limpieza que recorren diariamente la capital para recogerlos y borrar «temporalmente» estas huellas del incivismo vecinal. El matiz de temporalidad es la primera advertencia que hacen los operarios que a primera hora de su jornada se enfrentan a todo un vertedero en la avenida de Segovia. «Sentimos impotencia. Parece que no hacemos nuestro trabajo, pero es que ahora dejamos la zona despejada y limpia, y quizás esta tarde, mañana a mucho tardar, vuelva a estar igual», lamentan.
En esta primera parada se acumulan en la acera, junto a las viviendas de la barriada de Las Viudas, aparatos eléctricos y electrodomésticos, muebles, enseres y colchones, pero también residuos y escombros procedentes de obras menores de construcción y reparación domiciliaria. «Este punto es complejo porque hemos detectado que hay algunos negocios que dejan aquí los restos de las obras que realizan domicilios de otros puntos de la capital», apuntan. Solo el material recogido aquí llena más de un tercio del camión. Aunque apuntan que el récord de este año se batió en otro punto negro, en la calle Caamaño, donde recientemente recogieron 800 kilogramos de todo tipo de materiales. Una carga que después se traslada al Centro de Tratamiento de Residuos (CTR), donde se separa y procesa.
Servicio de limpieza recogida de enseres y muebles abandonados en la vía pública, en la calle, en el barrio de las Delicias. Barrenderos operarios de limpieza - Foto: Jonathan TajesEl problema de los enseres abandonados en la vía pública no es nuevo, aunque en los últimos años ha proliferado su presencia y ya suponen el doble de los que el servicio de limpieza municipal recoge programadamente a domicilio. Una dinámica que se agudiza en Las Delicias, el único barrio que tiene asignado un equipo a diario porque se advierte de que aquí el problema «está desmadrado y hay días que nos encontramos casas enteras en la calle».
Los responsables del servicio recuerdan que el Ayuntamiento ofrece la recogida gratuita en el propio hogar, en todos los puntos de la ciudad, de lunes a viernes. Un servicio que recoge una media de 80 avisos al día. Pero los datos son tozudos y muestran que las brigadas, entre una y tres, que salen por la mañana de exploración (un conductor y dos operarios) acumulan unos 35 servicios diarios frente a los 25 en las rutas programadas. «Es un modo de actuar incívico y que se ha importado en los últimos años», lamenta Chema Concellón, jefe de centro de explotación y servicio del servicio de limpieza.
Un comportamiento que también rechaza el concejal de Salud Pública y Seguridad Ciudadana, Alberto Cuadrado Toquero. «La gente debe tomar conciencia de que el problema lo genera el vecino incívico», subraya.
291024JT_0100.JPG - Foto: Jonathan TajesDefiende la labor de concienciación que realizan, pero también anuncia que se acompañará de una «intensificación» del control que realiza la Policía Municipal para «acabar con la sensación de impunidad que existe». Cuadrado recalca que los agentes ya realizan esta labor y que son ellos los que avisan a sus compañeros de limpieza de los puntos donde hay mobiliario. Pero considera que es necesario destinar «más» efectivos para frenar estos comportamientos, aunque también anima a los ciudadanos a denunciarlos.
Además, esta medida se acompaña de la próxima entrada en vigor de la nueva ordenanza de recogida selectiva de residuos domésticos y de limpieza viaria, donde se tipifica como infracción leve con una multa de hasta 750 euros.
Los datos
Servicio de limpieza recogida de enseres y muebles abandonados en la vía pública, en la calle, en el barrio de las Delicias. Barrenderos operarios de limpieza - Foto: Jonathan TajesLa previsión de la Concejalía de Salud Pública y Seguridad Ciudadana es que este año se recojan unos 193.00 bultos, una cantidad que solo se superó en 2022, cuando se superaron los 199.000. Una proyección que ratifica la tendencia de que los abandonados (141.000) casi tripliquen a los de recogida planificada (52.000). ¿Por qué sucede esto? Los responsables del área a los que acompaña El Día de Valladolid no encuentran justificación porque reiteran que el servicio funciona. De hecho, aprovechan para lamentar que no se pone «en valor» su trabajo y muchos de los que abandonan estos enseres se justifican ante ellos con un: «Para eso están los trabajadores del servicio de limpieza».
Unas vivencias diarias de los trabajadores que ratifican a los responsables del servicio en la idea de que este problema «no se resuelve con ofrecer más servicios de recogida, que consideran suficientes». De hecho, consideran que eso podría «fomentar» estos comportamientos, apunta Concellón.