Nanta prepara el cierre de su fábrica de Tudela de Duero, activa desde 1968. Este lunes por la mañana comunicaba sus planes en el marco de la reunión de constitución de la mesa negociadora por el inicio del periodo de consultas de un expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter extintivo que, si se aprueba en los términos previstos, supondrá el despido de sus 28 trabajadores y el traslado de la producción a las dos plantas que mantiene el grupo en Pobladura del Valle (Zamora) y Tabanera la Luenga (Segovia).
Los únicos que conservarán sus puestos son los 16 comerciales adscritos a la fábrica vallisoletana, dado que en realidad ya trabajan para las otras dos instalaciones de la Comunidad, según precisó a El Día el secretario de Alimentación, Bebidas y Tabaco de FICA-UGT, Juan Carlos García Serrano, quien afeó al mismo tiempo que la empresa no esté dando opción a recolocar a ninguno de los 28 afectados.
"No nos cuadra", lamentó García Serrano, a pesar de que la pretensión de cierre aseguró que no les sorprende, porque ya sabían de precedentes en otras comunidades donde también han clausurado fábricas para trasladar producciones a otras cercanas. Pero hasta este lunes sólo conocían la inminente presentación de un ERE, no sus consecuencias.
"Nanta aduce razones productivas y organizativas, pero no entendemos que se traslade producción a otras plantas y se destruya empleo, siendo una planta productiva que puede seguir funcionando", argumentó. "Pérdidas no tiene, y si Nanta no quiere seguir con esta fábrica lo lógico sería que buscara a otra empresa que le diera continuidad", añadió, "y más teniendo en cuenta el impacto que tendrá este cierre en una zona que no va sobrada de industria". Pero no dio todo por perdido: "Haremos lo posible para revertir la situación", recalcó, contando con que quedan 30 días de negociación por delante, con la próxima reunión prevista para el lunes 3 de junio. "Tendremos todas las reuniones habidas y por haber con las administraciones, empezando por el Ayuntamiento y acabando con la Junta para buscar soluciones".
Entretanto, de aquí al próximo lunes los sindicatos analizarán la documentación aportada por Nanta, de cara a la más que probable elaboración de un informe contradictorio que demuestre que la planta es viable. "Todavía no se ha dicho la última palabra", concluyó Serrano.