Agricultura desmiente irregularidades en una granja porcina

SPC
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Técnicos de la Junta y el Seprona han inspeccionado la granja burgalesa sin encontrar indicios de los hechos denunciados por una ONG por maltrato

Un vehículo de la Guardia Civil en la granja denunciada por la OBA en Quintanilla del Coco (Burgos). - Foto: Diario de Burgos

La Junta de Castilla y León afirma que «está todo en orden» en la explotación porcina de Quintanilla del Coco (Burgos) que ha sido denunciada por el Observatorio de Bienestar Animal por maltrato animal con agravante de muerte e irregularidades graves, incluso esta organización la bautiza como «granja del terror». Según explicó el portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, los servicios de la Administración regional realizaron una inspección el pasado miércoles y no detectaron ningún elemento que debiera ser sancionado. También ayer, agentes delSeprona visitaron la instalación burgalesa sin encontrar ninguna irregularidad. Fernández Carriedo aseguró que esta granja, propiedad del alcalde del municipio, ha sido objetivo de visitas «recientes» por parte de la Administración autonómica, a las que se unió la del miércoles, que explicó se llevó a cabo fuera del calendario habitual de las inspecciones.

Esta última visita se llevó a cabo tras la denuncia que se presentó el pasado lunes en el Juzgado de Lerma por el OBA. Esta organización, como recoge Efe, informó ayer de la querella junto a imágenes tomadas en la granja porcina, compuesta por cinco naves y que alberga 5.000 animales, asegurando que se trata de «uno de los peores casos de maltrato animal relevados hasta la fecha». La ONG pide la clausura de la granja, la destitución del alcalde y una condena «ejemplar por la pésima gestión de los animales».

Las imágenes difundidas son fruto de una investigación realizada entre junio y septiembre de este año, explicaron las mismas fuentes, y en ellas se puede ver a cerdas reproductoras extremadamente delgadas, notándose su columna vertebral, mientras otras presentan graves prolapsos de útero y tumores en las mamas. En la información trasladada por la ONG se observa una escena caníbal: «Varios cerdos se estaban comiendo a otro cerdo que aún estaba vivo. Le mordían el codo de la pata derecha delantera, y este sangraba. Incluso el agua del bebedero estaba teñida de color rojo».

El consejero portavoz pidió dejar que la justicia haga su trabajo y determine si se ha vulnerado la normativa. Además, señaló que si corresponde, una vez intervenga el juzgado, la Junta se personará, sin darlo por sentado ya. La Consejería de Agricultura y Ganadería detalló que se hacen revisiones, en concreto encuestas de bioseguridad, en todas las granjas de Castilla y León para garantizar que se cumple con la normativa. Las explicaciones ofrecidas por este departamento coinciden con las que ha dado a Efe el propietario de la granja porcina, que es además el alcalde del municipio, Domingo Pozo (PP), quien se mostró molesto por lo ocurrido. Pozo confirmó la visita de los técnicos de la Junta, al tiempo que insistió en que pasa un veterinario cada semana. Por su parte, el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, aseguró ayer que las fotografías que acompañan a la denuncia son «totalmente falsas».

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) también intervinieron ayer en la granja como respuesta a la querella. Según fuentes consultadas por Ical, los agentes actuantes no habrían hallado ninguna irregularidad.