«Lo hemos conseguido». Con esa frase, sonriente, se veía hace unos días a Arturo Coello sentado en el banco del Open de México junto a su compañero, Agustín Tapia, tras confirmar su número 1 este 2023. El vallisoletano y el argentino han firmado un año de ensueño, con 11 títulos de los 23 jugados del World Padel Tour (a falta del Máster final de diciembre en Barcelona). El último, en tierras mexicanas, con la confirmación de que son los mejores del mundo.
A sus 21 años, ve cumplido un sueño que comenzó en Mojados, cuando era un crío y el Ayuntamiento instaló un par de pistas en la localidad. Allí comenzó a jugar de la mano de sus padres. Luego pasó por los clubes de Aldeamayor y Torrelago, e incluso vivió en Mérida, donde se mudó con sus padres. En 2017, debutó en Lisboa en un torneo del World Padel Tour. Y poco después regresó a casa y empezó a trabajar con Gustavo Pratto, aún hoy su entrenador.
Poco a poco comenzó a asomarse a los cuadros finales de algunos torneos, alcanzando siete octavos de final junto a Iván Ramírez a finales de 2020. En enero de 2021 se unió a todo un veterano como Miguel Lamperti, firmando dos semifinales seguidas en el WPT en Madrid y Alicante. «Mi objetivo es ser el número 1, pero ese es un camino largo y hay muchos factores que influyen, incluida la suerte», señalaba por entonces. Ese año lo acabó jugando con Javi Ruiz y Alejandro Arroyo, antes de unirse a Fernando Belasteguín.
Con Bela logró sus primeros títulos, en Miami, Madrid y Amsterdam dentro del WPT y en Monterrey, en el Premier Padel, y empezó a subir en la clasificación, barruntándose ya la posibilidad de ser número 1.
Este 2023 fue un año de un nuevo cambio, jugando con Agustín Tapia, de 23 años, excompañero también de Belasteguín, de Pablo Lima y en 2022 de Sanyo Gutiérrez, con quienes ya había ganado títulos. Su comienzo fue abrumador, alzando los siete primeros torneos del circuito World Padel Tour, Abu Dabi, La Rioja (Argentina), Chile, Paraguay, Granada, Bruselas y Vigo. A pesar de algunos problemas físicos, volvieron a ganar en Viena y Marbella, sufriendo un bajón en los siguientes torneos, cayendo incluso en octavos.
En México querían coronarse: «Sabíamos que si hacíamos final en este torneo, matemáticamente seríamos 1». Y lo hicieron, agradeciendo Coello a sus padres, familia, novia, amigos y entrenador el apoyo durante este año: «No voy a olvidar el día de hoy. Un día muy especial. Felices del objetivo cumplido».
El sueño de 'El Rey Arturo', como se le conoce en el circuito, ya es una realidad. Coello y Tapia mandan en el pádel mundial.