Hand Vall Tea, un proyecto que une

Manuel Belver
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El club de balonmano tiene una sección dedicada a personas con trastornos del espectro del autismo

Miembros del Hand Vall Tea.

A Óscar Perales, Yeray Lamariano y Raúl Álvarez se les ve desde lejos, sobre todo por su estatura. Dirigen los entrenamientos de un amplio grupo de chavales (y no tan chavales) en el polideportivo semidescubierto de La Flecha (Arroyo de la Encomienda). Carrera continua, bote de balón, lanzamientos a portería... el entrenamiento típico de un equipo de balonmano.

Guillermo, José María... mejoran día a día. Denotan entusiasmo y ganas. Ganas por aprender un deporte, por dar un paso más.

Todos, Óscar, Yeray, Rubén, Guillermo, José María... y muchos más forman Hand Vall Tea, un proyecto que nace de la mano de un nuevo club de balonmano, el Hand Vall Valladolid, que fue presentado en sociedad la semana pasada y que tiene ya más de 200 jugadores, la mayoría en categorías inferiores, y de Autismo Valladolid, con la idea de mejorar en las relaciones y en la comunicación social sin importar otras sintomatologías.

«La actividad deportiva y en concreto el balonmano, brinda a las personas con TEA la oportunidad de darse cuenta que pueden ir progresando de manera individualizada, considerando que cada persona llegará a alcanzar los objetivos previamente establecidos», se señala desde Hand Vall Tea.

Un día a la semana, durante dos horas, el balonmano les une a todos. Mediante un entrenamiento convencional, adaptando la exigencia física, psicomotriz, técnico-táctica a la capacidad de cada grupo.
Solo ver la intensidad en una carrera, el lanzamiento a portería, el bote de un balón... la superación es evidente. Y la camaradería entre todos, entrenadores, monitores y jugadores, es su principal motor.