«El tiempo es lo único que no puedes recuperar», reflexiona el cofundador y ahora ya expresidente de Lingotes Especiales, Vicente Garrido Capa (Medina de Rioseco, 1932), después de que el Consejo de Administración del grupo aprobara el pasado 25 de octubre su renuncia voluntaria y sucesión por Teresa Garrido (Valladolid, 1961), la segunda de sus nueve hijos. «Si te arruinas a lo mejor te pones con otro negocio o tienes un amigo que te ayuda; si te pones malo, igual te ingresan y bueno, te puedes morir pero te suelen curar; pero la hora perdida ya no te la devuelve nadie», sentencia. Empezó a trabajar «a la media hora» de terminar la carrera de Ciencias Químicas, con 24 años, casualmente en una fundición pero en Cantabria; y aún hoy sigue activo con 92, después de 20 como consejero delegado y 39 exactos como presidente (del 25 de octubre de 1985 hasta esa misma fecha de 2024). Ni siquiera piensa dejar de ir «prácticamente todos los días» por las oficinas de la empresa en la calle Colmenares, donde tiene su despacho, aprovechando que «la cabeza funciona» aunque el cuerpo acuse los «achaques» de la edad. «Y todavía sigo cotizando para que los viejecitos de 65 puedan cobrar su pensión», destaca entre bromas. Se jubilará definitivamente el 2 de enero de 2025, pero continuará un tiempo más como consejero.
No fueron pocas las llamadas que recibieron, sobre todo de preocupación por la salud de Garrido Capa, cuando trascendió la noticia del relevo. «Había que hacerlo (la sucesión) porque está claro que el reloj biológico no se para. Había llegado el momento y había que pensar en la persona adecuada de acuerdo con el Consejo de Administración», explica durante una larga conversación a tres bandas con El Día de Valladolid y su hija, en una sala de reuniones de Lingotes. Pero aun así le puede la vena empresarial, como si la decisión que ha tomado no estuviera justificada por sus 92 años: «Siento como si fuera el 'capitán Araña' (personaje popular del siglo XVI que enrolaba a marineros rumbo a América mientras él nunca viajaba), porque en un momento tan difícil como el actual parece que me marcho y ahí queda eso». Un momento difícil, señala, por «la peor crisis que ha vivido nunca» la automoción, de la que depende más del 95% de la actividad de Lingotes, con todo lo que eso supone para su devenir. Si sus clientes no venden coches, obviamente no le compran discos de freno...
Antes de la pandemia el grupo contaba con casi 700 trabajadores (entre Lingotes y su filial, Frenos y Conjuntos) y hoy no llegan a 500 por una crisis que Garrido Capa atribuye a «políticos que no saben lo que es un pistón» y han complicado una transición ecológica que «debería haberse producido de manera más natural», con menos intervención sobre el sector. O como añade su hija, sin haber forzado la apuesta por el coche eléctrico con «una estrategia de descarbonización» que ha provocado lo contrario, al haberse acelerado el envejecimiento del parque automovilístico por el parón de ventas ante la incertidumbre del cliente sobre qué coche comprar, «cuando uno de combustión de hoy contamina mucho menos que los que tienen 15 o 20 años y siguen circulando».
Teresa y Vicente Garrido caminan hacia las oficinas del complejo industrial de Lingotes Especiales. - Foto: Jonathan TajesUna decisión reciente
Que Teresa Garrido era «la persona adecuada» para asumir la presidencia es la conclusión a la que llegaron hace sólo «unos meses», según afirman ambos, a pesar de que su llegada al Consejo de Administración, en febrero de 2020, pudiera reinterpretarse ahora como el inicio de la sucesión. «Fue más por una cuestión de género, para cumplir con el mínimo legal de que hubiera al menos un 30% de mujeres en el Consejo (tres de nueve miembros)», relata ella. «Entonces bueno, somos varios hermanos (nueve), unos ya estaban ligados a la actividad (dos), y entre los que no estábamos yo era la que más conocimientos financieros o económicos tenía, así que valorando todo ello, y que ese puesto lo debíamos cubrir dentro de la parte del Consejo que nos corresponde como grupo familiar (también los hay independientes y en representación de otros accionistas), lo asumí yo. Pero no fue con idea de esto, sino simplemente por rellenar ese puesto en el Consejo». Algo que, por otro lado, le ha facilitado «familiarizarse» con el día a día de la empresa, y además a marchas forzadas en una etapa especialmente convulsa, ya que un mes después empezó la pandemia y a continuación se sucedieron las crisis de semiconductores y otros desabastecimientos, la guerra de Ucrania, la escalada energética que triplicó la factura energética de Lingotes hasta alcanzar los tres millones de euros al mes, la caída de las ventas de coches por la incierta transición ecológica...
La carrera profesional de Teresa Garrido, hasta entonces, había transcurrido siempre fuera de Lingotes. Se licenció en Ciencias Económicas y entró en la multinacional de consultoría KPMG, donde llegó a dirigir la delegación de Castilla y León; pero la mayor parte de su trayectoria la ha desarrollado como profesional independiente, economista autónoma, trabajando en labores de consultoría para compañías de diversos sectores, además de convertirse en la primera mujer que accedía al Instituto de Censores de Cuentas de Castilla y León.
¿Y cómo describe Garrido Capa a su sucesora más allá de lo que cuenta su currículum? «Lo primero, muy sabia y con una capacidad de respuesta grande, lo cual quiere decir que, ante los problemas que vayan surgiendo, sabrá tomar decisiones inmediatas», responde. ¿En qué cree que le mejora? «Pues en conocimiento, en legislación, en administración… en todo lo que supone el mundo empresarial».
«Los dos tenemos una visión completa de la empresa, pero desde distintos puntos de vista», añade Teresa Garrido. «Hemos llegado al mismo sitio desde caminos diferentes», apostilla Garrido Capa. Él, licenciado en Ciencias Químicas, con «un perfil técnico» propio de la actividad de Lingotes; y ella, licenciada en Económicas, con «un perfil económico». «La parte administrativa es la que conozco mejor; la parte técnica, ni la conozco ni a la edad que tengo me la voy a aprender», asume, sin dejar de apreciar que, dentro del equipo, evidentemente, cuenta con estructura y personal formado para tal labor. O como resume su padre: «No sabe las piezas que hace cada máquina, pero para eso ya hay otra gente».
Nueva estrategia
Los profesionales del departamento comercial, entretanto, llevan un tiempo especialmente volcados en llevar a cabo el encargo de una nueva estrategia de búsqueda de clientes dentro de la rama de camiones y tractores para intentar paliar la pérdida de demanda en la de automóviles, y ya han logrado cerrar nuevos contratos para entregas de piezas a dos o tres años vista que deberían ayudar a sobrellevar la crisis del sector. Una apuesta por la diversificación que, tras haberse resuelto la sucesión, puede contribuir a estabilizar un futuro a la altura del legado que deja el emprendedor de Valladolid que más tiempo burló ese reloj biológico que nunca se detiene y empuja a aprovechar cada hora.