La Audiencia de Valladolid impondrá este jueves una pena de un año y medio de prisión y multa de 400 euros a un varón cuya identidad responde a las iniciales L.S.J.N, quien fue detenido por la policía en enero de 2023 en un bar tras intervenirle 8,25 gramos de cocaína y 235 euros con los que se encontraba traficando.

El juicio fijado para este jueves en la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Valladolid no llegará a celebrarse y consistirá en una breve vista en la que el encausado ratificará el acuerdo firmado con el acusador público, que inicialmente solicitaba para él una condena de tres años y medio de privación de libertad y una multa de 1.500 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Fue una llamada de un ciudadano la que, sobre las 20.00 horas del pasado mes de enero, alertó de que un individuo podía estar traficando con droga en un bar situado en la Avenida de Medina del Campo, en el barrio de Arturo Eyries, con lo que la policía estableció un dispositivo de control sobre el citado establecimiento en el que localizó a un individuo cuya actitud y contactos con otras personas hacían sospechar que pudiera estar vendiendo sustancia estupefaciente.

Tras observar un intercambio de dinero con otro varón, los agentes interceptaron al comprador, al que localizaron dos envoltorios de plástico blanco cerrado con alambre de jardinería verde que contenían 0,48 gramos de cocaína. En ese momento, el sospechoso manifestó que lo acababa de comprar en el bar del que había salido, sin aportar datos del vendedor.

Por este motivo, y con los datos recabados por los agentes en su labor de investigación, se identificó al sospechoso y supuesto vendedor, L.S.J.N, al que realizaron un cacheo superficial.

En dicho registro se le intervinieron 4,7 gramos de cocaína dentro de 13 envoltorios de plástico cerrados con alambre de jardinería verde, idénticos a los intervenidos al sujeto anterior, y 235 euros repartidos en dos billetes de 50, tres billetes de 20, seis billetes de diez y tres billetes de cinco euros.

El total de las sustancias, tanto las intervenidas al acusado como las que previamente había vendido, hubieran alcanzado en el mercado ilícito un valor de casi 800 euros.