El Comité Intercentros de Renault, en el que están integradas todas las fuerzas sindicales con representación en la empresa, ha denunciado a la firma del rombo ante la Audiencia Nacional por el incremento de los ritmos de trabajo. La demanda se presentó el pasado 19 de junio debido a la implantación del sistema PECE (pérdida de saturación por dificultades ergonómicas), que implica que el 80 por ciento de los puestos de cadena pierden un tiempo de recuperación de la fatiga, que era del seis por ciento de lo que dura cada operación.
La empresa volvió a implantar este sistema hace unas dos semanas, después de que lo tuviera que retirar por una sentencia del TSJCyL que daba la razón a los trabajadores (empezó a utilizarlo en 2009 en Valladolid). En el primer caso tuvo que dar marcha atrás por tomar la decisión de forma unilateral, sin negociar con los sindicatos. Pues bien, en esta ocasión Renault ha vuelto a recuperar este sistema con negociación... pero sin acuerdo.
De hecho, el pasado 2 de julio tuvo lugar una reunión entre las partes en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) que acabó con un nuevo desencuentro, por lo que todo hace indicar que será la Audiencia Nacional la que decida en el juicio que se celebrará el 10 de octubre. Los sindicatos han acudido a este órgano judicial al ser un sistema que se ha implantando en Montaje, se está haciendo lo propio en Motores y llegará a la factoría de Sevilla después de vacaciones. En Palencia funciona desde 2008.
Este sistema divide los puestos de cadena en rojos, amarillos y verdes en función de su dificultad ergonómica, y elimina el sistema anterior, que reconocía los tiempos suplementarios personales dependientes del trabajo (el seis por ciento de lo que dura cada operación). Con el sistema PECE, en los puestos verdes no se aplica ninguna compensación de tiempo de recuperación de la fatiga, en los amarillos está en torno al cuatro por ciento y en los rojos se puede llegar, no necesariamente, hasta el 20 por ciento. Los sindicatos se quejan de que es la empresa la que determina el color de cada puesto y de que la mayoría son verdes.
Desde CGT, la fuerza sindical que denunció este sistema en 2009, sostienen que los tiempos de recuperación de la fatiga eliminados suponen el 6 por ciento de la jornada efectiva (unos 26 minutos al día o doce jornadas anuales). El Comité Intercentros opina que este cambio supone un empeoramiento de las condiciones de trabajo que repercutirá en la salud de los empleados. Además, el organismo denuncia en un comunicado «la cerrazón» de la empresa, que ha evitado que sea «imposible llegar a ningún tipo de acuerdo» sobre este tema.
Fuentes de Renault aseguraron a este periódico que siguen abiertos al diálogo, aunque entienden que la implantación de este sistema no precisa del acuerdo con los trabajadores después de la aprobación de la reforma laboral. La multinacional asegura que se trata de un sistema estándar en las fábricas de Renault que pretende mejorar la ergonomía. Además, inciden en la necesidad de que se ponga en marcha para mantener la competitividad respecto a otros fabricantes, que utilizan sistemas similares. En este sentido, ponen como ejemplo la fábrica de Palencia, donde se utiliza desde 2008 y se ha beneficiado recientemente de nuevos modelos dentro del Plan Industrial de la marca.
Inspectores de la Junta analizan cómo afecta a la salud el nuevo sistema
Personal de la Unidad de Seguridad Laboral de la Oficina Territorial de la Junta de Castilla y León visitó el pasado viernes las instalaciones de Renault para elaborar un informe en el que analizarán qué consecuencias tiene para la salud de los trabajadores la implantación del sistema PECE. Una inspección que se realizó a petición de los sindicatos. No obstante, la empresa ya ha presentado un informe elaborado por una empresa «independiente» en el que se concluye que este sistema no es lesivo para los trabajadores desde el punto de vista de la salud.
Las negociaciones en torno a este tema no están siendo nada fáciles y, de momento, son estériles. Fuentes sindicales aseguran que la empresa les ofreció en su día una compensación para los afectados consistente en una paga única de 200 euros y dos días de descanso, un extremo que rechazó la representación de los trabajadores. «No cambiamos salud por dinero», señalaron estas fuentes.
El tira y afloja entre los sindicatos y la empresa por el sistema PECE comienza en 2009. CGT denunció que Renault lo implantó sin abrir antes un periodo de consultas. Es decir, que modificó sustancialmente las condiciones de trabajo de forma unilateral. El 9 de marzo de 2011 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla yLeón les dio la razón y obligó a la empresa a retirar el sistema y reimplantar las antiguas condiciones de trabajo. Ahora Renault entiende que con la reforma laboral pueden volver a implantarlo, y así lo han hecho. La marca francesa recuerda que ha invertido «miles de millones» en mejorar la ergonomía de sus puestos de trabajo.