Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado 11 de diciembre a dos mujeres a quienes sorprendieron in fraganti, intentando robar en un domicilio de la capital vallisoletana. Para ello, utilizaban el método del "resbalón" para acceder al interior de las viviendas, según informaron fuentes policiales en un comunicado.

Los investigadores de la Policía Nacional llevaban ya varios días detrás de los últimos robos con fuerza que se habían cometido en la capital. La experiencia de los agentes indicaron que los autores de estos robos podrían ser mujeres pertenecientes a algún grupo itinerante especializado en este tipo delictivo.

Gracias a las imágenes obtenidas en otros robos, los agentes tuvieron una idea aproximada de la fisionomía de las detenidas, y tras diferentes labores de investigación, fueron localizadas en un piso de una localidad próxima a la capital, donde tenían alquilada una habitación.

Los agentes les hicieron una "discreta vigilancia" y las siguieron a la capital, lo que les permitió ver a lo largo de la mañana como ambas entraban en varios portales de edificios del centro de la ciudad. Al poco rato volvían a salir a la vía pública, momento en el que los agentes comprobaban que no habían accedido a ningún domicilio.

En el último portal al que lo hicieron, los agentes vieron que estaban tardando más que en los anteriores, por lo que subieron "sigilosamente" por las escaleras, sorprendiendo a las dos detenidas forzando una puerta de un domicilio, mediante el método del "resbalón", con un plástico. Es significativo que cada vez que las dos mujeres accedían a un edificio, se tapaban la cara mediante un pañuelo o gafas de sol, para evitar ser reconocidas si fueran grabadas por cámaras de video vigilancia.

Los agentes de Policía Nacional procedieron a la detención de las dos mujeres y su traslado a dependencias policiales. Las investigaciones relacionaron a las dos detenidas con otros dos cometidos en la capital, uno el 29 de noviembre y el otro el 7 de diciembre. 

En el momento de la detención una de las mujeres portaba una prenda fruto de uno de estos robos, que fue reconocida por su legítima dueña posteriormente. Finalmente, las dos mujeres fueron puestas a disposición de la autoridad judicial, que determinó su puesta en libertad.