El UEMC Real Valladolid Baloncesto sigue sin conocer la victoria en Pisuerga y cedió ante un Silbö San Pablo Burgos superior que decantó el encuentro desde el mismo primer cuarto. Los pucelanos no pudieron contener atrás ni atacar con fluidez ante los burgaleses y el severo 9-32 de los primeros diez minutos condicionó por completo el resto del derbi. Aunque mejoró con el paso de los minutos, el cuadro local no pudo competir por la victoria el día en el que Eric Demers se estrenó con 9 puntos como jugador blanquivioleta y Mike Torres siguió acumulando minutos.
Superados desde el inicio y a remolque de principio a fin, el UEMC Real Valladolid se vio por detrás desde que se lanzó la bola al aire y no tuvo respuesta en todo el primer cuarto. De hecho, necesitó más de tres minutos para sumar su primera canasta, incapaz de encontrar buenos tiros ante un sólido cuadro visitante, y sin poder frenar la ofensiva burgalesa, que anotó con mucha facilidad en sus primeras posesiones. Esa superioridad manifiesta se tradujo en un peligroso 5-14 de salida que obligó a Lolo Encinas a pedir el primer tiempo muerto de la contienda.
La respuesta fue mover el árbol y dar entrada a Mike Torres y a Jaan Puidet, pero no dio resultado. El cuadro visitante reanudó la acción con otro par de marchas más y un parcial de 0-9 que complicó todavía más las cosas para los del Pisuerga (5-21). La labor de los interiores visitantes, superiores en kilos y centímetros, y el mayor acierto de los burgaleses hizo que ya el primer acto finalizara con un severo 9-32.
Con Eric Demers ya en pista en la recta final del cuarto y haciendo su debut como blanquivioleta, las ardillas trataron de despertar y levantarse encontrando puntos en el perímetro. Los de Lolo Encinas fueron creciendo con el paso de los minutos, defendiendo cada vez mejor y anotando por fin de tres, pero se mantuvieron cerca de 20 abajo en todo momento. La imagen mejoró, pero no había manera de acercarse a los de la ciudad del Cid, que continuaban dominando en prácticamente todos los aspectos del juego.
Por si fuera poco, un incidente médico en la grada hizo que el encuentro se detuviera durante varios minutos y mantuvo a Pisuerga en vilo, pero afortunadamente se reanudó la acción una vez confirmado que el asunto no revestía importancia. En el plano deportivo, sin embargo, el Silbö San Pablo Burgos aprovechó para dar otro pequeño estirón y llegar al descanso con una renta mayor (31-55).
El UEMC RVB llegaba a la segunda parte abocado a remontar una diferencia de 24 en apenas 20 minutos. Pero nada más lejos de la realidad. Aunque no bajó los brazos del todo, la diferencia era tan importante que las ardillas no pudieron ni competir por la victoria. Los visitantes continuaron con el pie en el acelerador, anotando con facilidad y defendiendo con dureza para encarar los últimos diez minutos con el partido en la mano (54-82).
Sin historia, el cuadro vallisoletano trató de acercarse en el último cuarto y maquillar el marcador, pero no fue posible ante un Silbö San Pablo Burgos que no dio opciones y fue claramente superior. El resultado final fue un contundente 73-104 y las gradas vaciándose antes del final.
El UEMC Real Valladolid Baloncesto cerrará la serie de tres partidos en apenas 8 días visitando al Real Betis Baloncesto este domingo a las 12.30 horas.
Ficha técnica:
73 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Agustí Sans (0), Dani Manchón (10), Maj Kova?evi? (10), Juan García-Abril (4), Vasilije Vu?eti? (6) -quinteto inicial-. También jugaron: Hansel Atencia (6), Jaan Puidet (3), Gert Suvi (-), D?vis Roz?tis (7), Eric Demers (9), Sergio de la Fuente (5) y Mike Torres (13).
104 – Silbö San Pablo Burgos: Jon Axel Gudmundsson (13), Gonzalo Corbalán (9), Joe Cremo (14), Roberts Stumbris (9), Luke Fischer (8) -quinteto inicial-. También jugaron: Dídac Cuevas (7), Emmanuel Wembi (8), Pablo Almazán (3), Álex Barrera (6), Dani Díez (13), György Goloman (5) y Miha Lapornik (9).
Parciales: 9-32, 22-23, 23-27 y 19-22.
Árbitros: Ávila Zurita, Palanca Page y Langa de Martín.
Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de la Primera FEB, disputado en el Polideportivo Pisuerga de Valladolid ante cerca de 3.500 espectadores.