Los micros abiertos nacieron aquí, en Valladolid. De la mano de Javier Vielba, cantante de, entre otros, Arizona Baby, Corizonas o El Meister. Fue en 2007, junto a Pati Duque y Hueso, cuando lo puso en funcionamiento en el Borsalino. «Por entonces solo se conocía el formato de las jam session, pero este tipo no existía aquí. Yo acababa de regresar de Londres, donde me enganché a locales con Open Mic, probando un montón. Al llegar a Valladolid, me di cuenta de que los domingos eran aburridos en casa; los echaba de menos», recuerda Vielba. Por entonces trabajaba en el Borsalino, se lo comentó a Hueso y éste aceptó. Junto a Pati se lanzaron a ello: «La idea era para que actuase gente diferente, la que estaba empezando, la que retomaba, alguien que venía de fuera, otro que buscara músicos... recordaba que en Londres se hacían amistades, se aprendía». Por entonces no había nada igual en toda España: «A los pocos meses vi un Open Mic en Madrid». El madrileño duró dos años, el de Pucela, trece, hasta la pandemia: «Ni pudimos despedirnos, fue un adiós a la francesa». Al principio había instrumentos, a partir de la sexta edición, 'a pelo'. Se movía en la web MySpace y nunca se anunciaba quién tocaba. Pero por allí pasaron Ángel Stanich, Siloé, Levitans antes de ser Levitans, Trío Caracol, Nacho Prada, Arizona Baby... y como oyentes, Sr. Chinarro o Love of Lesbian.
Hoy, hay cuatro escenarios donde pueden actuar músicos, artistas emergentes o simplemente gente que quiere probarse ante público en este formato, conocido como Micros Abiertos.
El primer domingo de cada mes se realiza el Open Mic en el Dimmer. «Da igual si eres profesional o amateur, si quieres promocionar un trabajo nuevo o probar a ver qué tal lo de tocar en público. Este Open Mic es un refugio musical en el que todo tiene cabida», reza en sus redes sociales. Detrás de este microabierto está Mike Terry: «Empezamos por necesidad. Echábamos de menos el Open Mic Pucela y Laura, la dueña del Dimmer, me lo propuso». Así comenzó en 2021 este microabierto, el más veterano hoy en día después de que el año pasado 'colgase los cables' el MicroMeraki. «Laura puso el espacio y yo le dije que solo ponía como condiciones tener el beneplácito de Vielba y continuar con sus ideas y valores», recuerda Mike, que empezó como músico, con 16 años, precisamente en el Open Mic en el Borsalino. Su idea era y es que la gente tenga una «sensación de refugio, de estar a gusto». Arrancaron el 7 noviembre de 2021 –con Vielba pasándole el testigo a Mike ese primer día– y este domingo cerrarán su tercera temporada, en la que ha habido 25 días con actuaciones (se realiza el primer domingo de cada mes). En sus primeras jornadas había 4-5 músicos. En las últimas, mínimo 9 y se ha llegado a 12. La dinámica es sencilla: se anuncia por redes sociales la siguiente fecha y la gente contacta con Mike bien por esas mismas RRSS o por teléfono: «Les damos un hueco de 5 a 10 minutos para unos tres temas». El escenario es el mismo para todos, un espacio sin equipo y sin micrófono, «a pelo».
Así, cada domingo desde noviembre y hasta este 5 de mayo, de 20.00 a 23.00 horas, el Dimmer es música, con gente que toca en su casa y quiere hacerlo fuera; con artistas emergentes que quieren actuar ante el público; con veteranos que buscan probar cosas nuevas; con artistas que promocionan discos o trabajos... algunos luego repiten en el Día de la Música en el escenario Off, al lado del Dimmer.
El MicroCafete es el protagonista dos jueves al mes en el Café Teatro, bautizado como la 'cuna de la música artesanal'. Hueso es su dueño y conoce de sobra los micros abiertos desde que en su otra 'casa', El Borsalino, se organizase el Open Mic Pucela durante 13 años: «Después de la pandemia, intentamos un germen, con Javi Franquelo y Thais. Ahora, desde septiembre, hemos vuelto con Irene y María». Este empezó el 21 septiembre de 2023 como «un espacio para compartir tu música, poesía, etc.». Y así sigue. «Cuando se acabó el Meraki en el Gondomatik, que funcionaba muy bien, quisimos mantener ese tipo de iniciativas y esos espacios para oportunidades para artistas», recuerda Irene Tamayo, su organizadora junto a María Santos: «Conocíamos a Hueso y, pensando en bares con escenarios para este tipo de actividades, vimos la parte de abajo del Café Teatro, era ideal para ello».
Así que cada dos jueves, de 21.30 a 00.30 horas, este local se convierte en un improvisado concierto de artistas emergentes, de recitadores de poesía... «no nos cerramos solo a la música. Ojalá venga alguien a hacer magia o teatro». Sus organizadoras señalan que funciona bastante bien, con bastante gente y «con mucho respeto con el artista».
El funcionamiento es similar a otros: «Abrimos por Instagram una lista el domingo anterior al Micro y a lo largo de la semana la gente se va apuntando, y así vamos ordenando. Cerramos con unos 12 artistas. Si sobra tiempo, se puede subir gente que está allí y le apetece», añaden. Los que actúan lo hacen 'a pelo', sin micro ni técnico de sonido. El 9 de mayo será el siguiente. El MicroCafete cerrará la temporada en junio, el 20, para retomar en septiembre.
Si un jueves es el MicroCafete, al siguiente es el Open Mike en Vía Láctea, que también arrancó en septiembre del pasado año. «Tenemos una agencia, Sin Filtros, en la que trabajamos con artistas emergentes de Valladolid. Hace tiempo ayudé en el MicroMeraki. Cuando este desapareció, quisimos seguir dando altavoz a los artistas», señala Daniel Martín, de Sin Filtros, organizador de este micro junto a Astromona. En este caso su funcionamiento es diferente al resto: «Lo hacemos por lista en el momento, para evitar que sea casi un concierto. La idea es que la gente venga y si le apetece cante». En este caso, sí hay micrófono, mesa de sonido y técnico. Además, siempre llevan a un artista invitado (buscan la música urbana, el rap, el hip hop...), que abre el micro abierto (y luego vuelve a tocar otros 15 minutos al final de la primera vuelta). Decoración, alfombras, proyectores, ruleta de la suerte con premios, merchandising... «Buscamos hacer ambiente», añade Dani.
El Open Mike, que hace un guiño a los Open Mic con el nombre (aunque Mike es un personaje que busca la música por el espacio), acabará su primera temporada en junio, y lo hará con alguna sorpresa.
En la provincia también hay oportunidades de subirse a un escenario en un micro abierto, aunque en este caso la iniciativa es un poco más híbrida. Se trata de la Jam Session en el Bar Old Tavern, en Laguna de Duero. Organizada por Jorge Gutiérrez, de Barracuda Sound Studios, se realiza todos los jueves (de 20.15 a 23.00 horas) desde el pasado noviembre de 2023 y cuenta con un escenario con instrumentos e, incluso, músicos, ya que por allí suelen estar, además de Jorge, Pistolo Quevedo (batería), Pedro Domínguez (bajo), Diego Pla (bajo), José Luis Medina (batería)... «Queremos un espacio donde la gente se pueda subir a tocar, pueda probar. Es una especie de jam y un micro abierto», reconoce Jorge, que en su día era uno de los organizadores de la Jam Session del Tío Molonio.
Una batería, un par de guitarras, un bajo, un piano... allí está todo montado. Y la dinámica en sencilla, el que quiere puede subirse a tocar o cantar algo, solo, con un grupo o banda de acompañante... «Hay de todo». «Las jam session parecen enfocadas a profesionales. Nosotros queremos crear un entorno donde cualquiera se pueda subir, profesionales o no», añade. Se mantendrá hasta junio seguro (quizá más) y se retomará en septiembre.
Y si hablamos de jam, no hay que olvidar la Jazz Jam Session del Café Teatro Zorrilla (un viernes al mes).
La entrada es gratuita en todos. Solo hace falta ganas de música y si se atreve a probar...