El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha negado este lunes cualquier intención de retirar sus tropas de Irak, donde están desplegadas bajo la coalición internacional que lucha contra Estado Islámico, después de que el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani, anunciase una comisión bilateral encargada de poner fin a la presencia militar extranjera.
"En este momento no tengo conocimiento de ningún plan. Seguimos muy centrados en la misión de derrotar a Estado Islámico bajo la Coalición Internacional contra Estado Islámico, mientras asesoramos y ayudamos a los iraquíes. Como nos han oído decir muchas veces, estamos allí por invitación del Gobierno de Irak", ha declarado el portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder, en una rueda de prensa.
En este sentido, el portavoz ha remarcado que el Departamento de Defensa no ha recibido ninguna notificación, por lo que ha invitado a acudir al Departamento de Estado "para cualquier discusión sobre conversaciones diplomáticas". Así, ha abogado por "seguir manteniendo estrechas consultas con el Gobierno iraquí en lo que respecta a la presencia de las fuerzas estadounidenses".
"Pero sería inapropiado que hablara de cualquier decisión del Gobierno de Irak o especular sobre el futuro. Lo último que diré al respecto es que, nuevamente, estamos muy concentrados en la misión de derrotar a Estado Islámico y asegurarnos de que no resurjan", ha zanjado.
La tensión entre Bagdad y Washington aumentó después del ataque aéreo estadounidense ocurrido en la capital iraquí, Bagdad, contra la coalición de grupos armados proiraníes de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una organización considerada por el Gobierno iraquí como prácticamente integrada en el Ejército regular.
Para agravar la situación, el ataque de Estados Unidos ocurrió durante las conmemoraciones del aniversario del líder miliciano iraquí Abu Mahdi al Muhandis, quien fuera jefe adjunto de las FMP y comandante de Kataib Hezbolá, uno de los grupos armados más destacados de la coalición armada, en otro ataque norteamericano ocurrido en 2020 en Bagdad, que también se cobró la vida del considerado como arquitecto de la política militar exterior de Irán, el general Qasem Soleimani.
Como ya ocurriera hace cuatro años, Al Sudani condenó el ataque estadounidense del jueves, que costó la vida a tres integrantes de las FMP, entre ellos dos líderes del grupo, como una violación de la soberanía iraquí --el Pentágono ha esgrimido que sus fuerzas actuaron "en defensa propia"--, al recordar que "las Fuerzas de Movilización Popular representan una presencia oficial afiliada al Estado, sujeta a él, y parte integral de las Fuerzas Armadas".
Diversas milicias proiraníes han atacado bases y objetivos estadounidenses en Irak y Siria por su apoyo a Israel en la ofensiva contra la Franja de Gaza, desatada tras los ataques ejecutados el 7 de octubre por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) contra territorio israelí. Tras ello, Washington ha respondido bombardeando posiciones de estos grupos.