La Unión de Promotores Musicales de Valladolid (UPMVa) ha lamentado este jueves que el Ayuntamiento a través de sus interlocutores culturales se esté "esforzando sobremanera" para que la música se vaya de la Sala Blanca del LAVA al haber subido la tarifa alrededor de un 600 por ciento.
"El último argumento que nos han dado para que los promotores musicales de Valladolid abandonemos el barco, en este caso la Sala Blanca del Lava, es el que tenía que venir para que nosotros nos quedáramos sin argumentos. Y ese argumento era el que quedaba y el que esperábamos: el económico", recoge el comunicado que han dado lectura en la cafetería del Teatro Zorrilla.
El promotor Roberto Terne ha asegurado en rueda de prensa que no se trata de un problema "político o económico", sino que reside en los "ínclitos gerentes y directores técnicos de una sala que es de la ciudad". "Por desgracia, desde 2016 a los promotores se nos ha visto como empresarios a los que había que retirarles apoyos, líneas de subvención y cobrarles todo, desgastarles, eliminarles fechas de programación", ha añadido.
DE 250 a 1.180 euros
La anterior tarifa para alquilar la sala, que pactaron con Ana Redondo al frente de la Concejalía de Cultura, era de 250 euros, mientras que esta ahora se ha elevado a 1.180 euros por el mismo servicio. Consideran que esta tarifa es "desorbitada", más aún en esta sala que tiene un "aforo sensible" de 600 o 700 personas.
Esta nueva tarifa --que no se ha publicado, según han trasladado--, afectará ya a más de 15 conciertos que están programados para lo que queda de año y los primeros meses de 2024, como el concierto de Sidonie, Juancho Marqués o Chambao, entre otros.
Los promotores han asegurado que el nuevo precio no interferirá en las fechas ya confirmadas, pero recuerdan que este tipo de eventos repercuten positivamente en las cifrad de ocupación hotelera de la ciudad, como se ha visto este pasado fin de semana con la celebración del Intro Music. Además, han criticado que la Fundación Municipal de Cultura "quiera hacer negocio".
La UPMVa --que se creó hace dos meses para unir sus voces en favor de la actividad musical de la ciudad-- ya se ha reunido con la nueva concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal, quien les emplazó a una segunda reunión con los técnicos, encuentro que no ha llegado: "Al final han tirado por la calle del medio y han sacado las nuevas tarifas con una equipación obsoleta".
En este sentido, han traslado que no entienden por qué su labor es "bienvenida" en otros ámbitos de la ciudad y no en el LAVA, a la par que han hecho hincapié en que no quieren que se este problema "se instrumentalice a nivel político".
Desde la plataforma creen que la solución es fácil y plantean las siguientes propuestas: un convenio de colaboración "estable y duradero"; interlocución municipal para colaborar con sus ciclos de "manera empática"; un calendario de programación de octubre a mayo y una cuota de entre 1.000 y 1.200 euros en la que estén incluidos ciertos servicios básicos como personal de seguridad.
En la ciudad es el único espacio municipal con estas características de aforo y en el que llevan trabajando más de una década para traer propuestas musicales a la ciudad. En concreto, han trasladado que durante estos 11 años han recibido unas 200.000 visitas y mantienen una media de unos 20 conciertos al año.
"Seis años de esfuerzos para que liberemos la Sala Blanca del LAVA de nuestra música, hace que no nos creamos mucho este argumento
económico que ustedes pretenden que nosotros aceptemos, convirtiendo esta sala municipal en una de las salas de conciertos más caras del país", insisten desde la UPMVa.