Una patrulla de la Policía Municipal hacía guardia en la mañana de este lunes ante el número 4 de la calle Olmedo, en el barrio de Las Delicias, el edificio con dos viviendas okupadas desde hace unos días. Dos trabajadoras sociales del Ayuntamiento acudieron esta mañana a las instalaciones para intentar ofrecer una salida a los inquilinos que les haga abandonar la vivienda, pero no pudieron hacerlo en los dos intentos que hicieron. Después de la segunda visita, dejaron una nota en el inmueble para que fueran ellos los que se pusieran en contacto con ellas.
El Ayuntamiento ya ha podido comprobar el perfil de los okupas a través de los datos de la Policía Municipal y ha constatado que son reincidentes en okupaciones. La solución que plantea el Consistorio pasa por comprobar la situación de cada uno de ellos y ver los recursos disponibles para ofrecérselos. Unos recursos que son diferentes, por ejemplo, si no tienen un techo donde dormir o si ya están recibiendo alguna prestación social. Eso sí, sin ningún privilegio respecto a otros solicitantes de estas ayudas que están en lista de espera y en una situación complicada. Además, según las fuentes consultadas por este periódico, algunos de los okupas ya habría rechazado algunas ayudas de emergencias ofrecidas en otras ocasiones, por lo que desde el Ayuntamiento hay pocas esperanzas de que se pueda llegar a una solución pactada.
El edificio se encuentra visiblemente deteriorado. De hecho, está declarado en ruinas, motivo por el cual otros propietarios tuvieron que abandonarlo hace dos años. Es el caso de Lucía, una mujer que este mismo lunes acudió con su hija a la puerta de la vivienda para denunciar, con lágrimas en los ojos, que ella ya tuvo que "soportar" la convivencia con otros okupas hace años. "Eran muy conflictivos", recuerda. Este conflicto, unido a la situación del inmueble, hizo que Lucía se tuviera que ir de la que todavía sigue siendo su casa. Un tercer piso de este edificio, donde dejó algunas pertenencias "que no tenía dónde llevar" y que ya han desaparecido. Esta vecina recuerda que en su día denunció "muchas veces" y "nadie hizo nada".
Ambas se quejaron de las posibles 'soluciones' que se les ofrezcan a estas personas. "Teniendo en cuenta que yo me tuve que ir con una mano delante y otra detrás", se quejaba Lucía ante la posibilidad de que ahora a los okupas se les ofrezca un "alquiler social" o cualquier otra compensación para que abandonen la casa. Pero desde el Ayuntamiento tienen claro que no habrá ningún privilegio.
Este fin de semana el propio concejal de Seguridad, Alberto Cuadrado, visitó a los okupas para intentar encontrar una solución en un edificio en el que en las últimas semana se han abortado hasta cuatro intentos de okupación.