Las pensiones de más de 2.500 € se duplican en 5 años

David Aso
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Las de jubilación que alcanzan esa cantidad han aumentado en Valladolid en casi 9.600 al pasar de 6.277 a 15.871 desde septiembre de 2019, mientras las de menos de 1.000 euros se han reducido un 23,8%, con 7.805 menos

Personas mayores pasean por una calle de Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

La llegada a la edad de jubilación de la denominada generación del baby boom (nacida entre 1958 y 1977) ha empezado a tensar las costuras del sistema de pensiones, cuya factura mensual alcanzaba en septiembre un nuevo récord de casi 13.000 millones, 3.147 más que hace cinco años (+32,51%), contando en esa cifra también las pagas por viudedad, orfandad, incapacidad permanente... Hoy España tiene casi medio millón de jubilados más que entonces (han aumentado de 5.921.763 a 6.387.821, +7,87%) y Valladolid, 6.097 más (de 71.627 a 77.724, +8,51%). 

Pero esto sólo es el principio: los primeros boomers soplaron 65 velas en 2023, los últimos lo harán en 2042, y para entonces se prevé que el peso de los mayores sobre el total de habitantes se haya duplicado, al no crecer el resto de la población en la misma medida para costear sus pagas, que por cierto en muchos casos palían la falta de ingresos de los hijos y su tardía o engañosa emancipación. Según vayan saliendo del mercado laboral, apuntan a dejar un importante agujero en el tramo de los que están en edad de trabajar, donde ya se perciben las consecuencias de una caída de la natalidad que se remonta varias décadas y ha comprometido el relevo generacional, tal y como evidencian también las dificultades de hoy en día para cubrir vacantes en muchos sectores de actividad, sin que la alternativa de la inmigración compense por completo.

La esperanza de vida, entretanto, sigue subiendo por suerte para los que la disfrutan y por desgracia para el sistema (en Valladolid, de 74 años en 1975 a 84 en 2022, el dato publicado más reciente), contribuyendo también a que la cifra de jubilados crezca como nunca, pero menos que mañana; y además con derecho a mejores pensiones que sus predecesores por haber tenido salarios más altos y haber aportado por ello un mayor volumen de cotizaciones durante su vida laboral, aunque 'olvidaran' tener tantos hijos como sus padres. Así, mientras se desliza a los futuros jubilados que vayan ahorrando en planes de pensiones privados que prevengan posibles recortes cuando deban ser ellos los que llamen a las puertas de la segunda juventud, los que hoy están dentro perciben unos ingresos que, especialmente en el último lustro, no han dejado de incrementarse para todos, dado que el Gobierno también ha elevado de forma notable las pensiones más bajas.

Las pensiones de más de 2.500 € se duplican en 5 añosLas pensiones de más de 2.500 € se duplican en 5 años

De 2019 a 2024, mientras la inflación se elevaba algo más de un 19% (19,2% con datos actualizados hasta el pasado agosto), la cuantía mínima de las pensiones en España subía concretamente un 21,82% en el caso del perfil más bajo de beneficiario (persona de 65 años con cónyuge que no esté a su cargo), al pasar de 599 a 729,7 euros brutos al mes (+130,7) más dos extras; un 19,38% la máxima, de 2.659,41 a 3.175,04 euros (+515,63); y hasta un 24,38% la pensión media de jubilación que se cobra en Valladolid, de 1.281,79 a 1.594,3 euros (+312,51), según datos oficiales actualizados a 1 de septiembre, en comparación con la misma fecha de hace cinco años. 

La pensión de jubilación de Valladolid se mantiene así por encima de la media nacional, que ha aumentado más en términos porcentuales (+26,74%) pero menos en cifras absolutas (+305,04) al elevarse de 1.140,71 a 1.445,75 euros; y se sitúa en la octava posición del ranking por provincias, con Vizcaya en cabeza (1.799,75) y Ourense a la cola (1.033,79), aunque en estos cinco años ha perdido un peldaño en favor de Ceuta (1.594,53).

Cierto también que las medias siempre 'mienten' en parte y a los jubilados que cobran apenas 700 euros les importa poco, o más bien nada, que las matemáticas edulcoren la estadística gracias sobre todo a quienes ingresan más de 2.000 e incluso de 3.000. Pero el recuento por tramos de cuantía deja claro el avance general que se ha registrado en este último quinquenio, dado que los primeros hoy son menos y los segundos muchos más.

Las pensiones de más de 2.500 € se duplican en 5 añosLas pensiones de más de 2.500 € se duplican en 5 años

Llama la atención especialmente que, en septiembre de 2019, en Valladolid se abonaban 6.277 pagas de jubilación con importes por encima de 2.500 euros, mientras que el mes pasado ya eran 9.594 más, con un total de 15.871, de tal forma que este tramo ha pasado de representar el 8,58% de las pensiones de la provincia al 20,06%. Y al mismo tiempo, las que no superan los 1.000 euros eran 32.785 (el 44,79% del total) y ahora son 24.980 (31,57%), 7.805 menos.

No en vano, hace cinco años había 4.052 pensiones topadas por el importe legal máximo de entonces (3.513 de 2659,4 euros) o incluso por encima (539), gracias a las excepciones que se permiten cuando el beneficiario retrasa la edad de jubilación y supera el periodo ordinario de cotización exigido, y el mes pasado esa cifra ya se elevaba hasta 5.269 (3.492 en 3.175,04 euros y 1.777 por encima).

Reformas "tibias"

La edad de jubilación empezó a retrasarse en España entre uno y dos meses por año a raíz del pacto por la sostenibilidad de las pensiones que entró en vigor en 2013 con una planificación progresiva que abarca hasta 2027. En 2024 ya está en 66 años y seis meses, aunque se mantiene la referencia clásica de los 65 para aquellos que para entonces acumulen al menos 38 cotizados; esta última, una cifra que también va subiendo de manera paulatina dentro de ese mismo periodo transitorio que finaliza en 2027, cuando ya se exigirán 38 años y seis meses para no tener que esperar a retirarse con 67. Las medidas que se tomen a partir de ahí aún están por verse.

Para el presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Juan Carlos de Margarida, «todas las reformas han sido buenas, pero tibias», opina, consciente de que las dificultades para sostener el sistema irán irremediablemente a más: «El peso de los mayores de 60 o 65 años se doblará de aquí a 2040 y eso supondrá un mayor aumento del gasto social que deberá compensarse con más cotizaciones o con más deuda del Estado», sin olvidar que el aumento de la presión fiscal no puede ser infinito porque, como subraya, va en detrimento de los márgenes empresariales y en consecuencia de la creación de empleo, también necesaria para las propias cotizaciones, en una endiablada suerte de vasos comunicantes que todo lo complica. 

«Está claro que si se incrementa el gasto en pensiones y no crecen los ingresos en la misma medida, tocará detraer de otras partidas del Estado de Bienestar, donde las grandes son fundamentalmente las de Educación, Sanidad y Servicios Sociales, que es donde se incluyen las pensiones», añade De Margarida. ¿Pero qué se necesita entonces? «Un nuevo sistema público de pensiones que coexista con planes privados», responde. A menos que «las generaciones que se jubilen de aquí a 20 o 30 años» se resignen a perder el poder adquisitivo aún creciente de los mayores de hoy.