El Fundación Aliados ha caído, con total contundencia, ante un Amiab Albacete que no dio ninguna opción a los locales, ya que salió a por todas desde el primer minuto, demostrando su grandísimo potencial y su amplitud de banquillo, amén de una férrea defensa, que se les atragantó a los vallisoletanos apenas saltaron a la cancha.

Poco cabe reseñar de este encuentro, en el que, ya en los primeros minutos, el técnico morado, José Antonio de Castro, tuvo que pedir un tiempo muerto con el 2-8 en el marcador. No sirvió de nada. Ni ese, ni los que solicitó a lo largo del choque, puesto que los manchegos jugaron a un nivel muy superior, merced a la calidad de jugadores como Pratt, Manning o Filipski, por poner solo algunos ejemplos.

Aunque el primer cuarto finalizó con un digno 12-25, en el segundo se rompieron todos los esquemas, y los locales solo pudieron anotar 3 puntos, por 28 del rival, lo que les permitió llegar al descanso con un 15-53. Eso hacía imposible cualquier intento de remontada por parte de los vallisoletanos, que no pudieron contar con Adrián Pérez en esta cita, por molestias en el hombro.

Y si bien el Fundación Aliados trató de mantener el tipo, no fue capaz de contrarrestar ni la organizada defensa visitante, ni su capacidad reboteadora, ni el dominio en la pintura, al que Zarzuela se añadió, tras Manning y Filipski, ni la efectividad en el tiro de su plantilla. Además, el Amiab no quitó el pie del acelerador en ningún momento, por lo que siguió incrementando el tanteo hasta alcanzar el 36-91 final.