El Ministerio de Industria, Energía y Turismo ya ha marcado fecha para iniciar el derribo del monumento a Onésimo Redondo del cerro de San Cristóbal. Según el pliego para la contratación de estas obras al que ha tenido acceso este periódico, el comienzo está previsto para el 1 de junio, el plazo de ejecución es de un mes y el presupuesto asciende a 108.546 euros (89.707 más IVA).
El procedimiento elegido por Industria para adjudicar estas obras es el de invitación por parte de la Administración a un mínimo de tres empresas, todas ellas en las mismas condiciones. Es a estas empresas a las únicas que el Ministerio comunica el plazo de presentación de ofertas. Pero todo tendrá que estar finiquitado en el mes de mayo. Por otro lado, cabe destacar que «el único criterio objeto de negociación con las empresas será el precio». Es decir, la que lo haga más barato se queda con la obra.
La retirada de este conjunto escultórico comenzó a gestarse en marzo de 2011, cuando la Comisión Técnica de Expertos de la Ley de la Memoria Histórica adoptó el acuerdo de demoler el documento con la excepción del grupo escultórico compuesto por cinco figuras masculinas (el propio Onésimo Redondo, un campesino, un obrero, un estudiante y un combatiente). Este acuerdo contemplaba el traslado de las estatuas al Centro Documental de la Memoria Histórica de Salamanca. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Industria confirmaron que ha habido un cambio de planes porque el citado Centro tiene «problemas estructurales para albergar unas estatuas tan pesadas». Industria trabaja en la actualidad en encontrar una alternativa.
Una vez que la encuentre y que finalice el proceso administrativo comenzarán las obras, toda vez que el Ayuntamiento de Valladolid ya concedió la licencia de obras a finales del pasado mes de enero.
La memoria sobre las obras que se van a acometer ofrece datos precisos sobre este polémico monumento. Consta de «dos estructuras verticales de hormigón, simétricas, unidas por un elemento metálico, ligero y esbelto, muy deteriorado, representando el yugo y las flechas», además del grupo escultórico de bronce, situado en el centro, y dispuesto sobre un zócalo de fábrica. Todo descansa sobre un pedestal que también será destruido. Solo se salvarán las estatuas, ni quiera el yugo y las fechas, que forman el grueso de los casi 1.100 kilos de acero que se van a demoler junto a los casi 500 de hormigón.
Así será el derribo. Lo primero que se hará es el desmontaje «cuidadoso» del grupo escultórico con un camión grúa y unas eslingas. Posteriormente, «las esculturas deberán ser separadas en figuras individuales, siendo todas ellas numeradas para su ulterior montaje». Se almacenarán tumbadas sobre palets, con cuñas, calzos y los acolchados necesarios. Después se retirarán el yugo y las flechas y se derribarán «las pilastras simétricas de hormigón armado», para acabar con la base del monumento con un martillo hidráulico.
OTROS DATOS
Su historia. Este monumento se inauguró el 24 de julio de 1961 para conmemorar el 25 aniversario de la muerte de Onésimo Redondo, conocido como ‘Caudillo de Castilla’. Las obras comenzaron en verano de 1957, pero no concluyeron hasta finales de 1960. Jesús Vaquero fue el arquitecto y el escultor canario Manuel Ramos fue el encargado de fundir en molde las cinco figuras.
Dimensiones. El grupo escultórico tiene una altura de 31 metros (3,5 cada figura y doce el emblema del yugo y las flechas) y un peso aproximado de 5.000 kilogramos.
Conservación. La memoria del Ministerio de Industria también hace alusión al lamentable estado de conservación del monumento. «La falta de conservación, el abandono y los actos vandálicos contra han generado que se encuentre en un estado de deterioro muy notable», dice el informe. Se salvan ligeramente las estructuras verticales de hormigón.
Rodeado de polémica. Este homenaje a Onésimo Redondo, dirigente histórico del nacional-sindicalismo, siempre ha estado rodeado de polémica. Su retirada es una aspiración histórica de la izquierda, aunque también han surgido movimientos que pedían lo contrario, sobre todo a raíz de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Por ejemplo, el grupo La España en Marcha convocó una de las últimas movilizaciones en este sentido el pasado 8 de marzo.