Los profesionales del transporte de Castilla y León esperan la llegada de 2013 como agua de mayo. No ha sido un año bueno para ellos, sobre todo desde marzo, cuando la Junta de Castilla y León empezó a aplicar el conocido como céntimo sanitario incluido en la Ley de Medidas Tributarias, Administrativas y Financieras. Se trata de un impuesto que encarece en 4,8 céntimo más IVA el litro de combustible. Pues bien, según los datos la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), entre marzo y octubre (últimos datos publicados) el consumo de combustible en Valladolid ha descendido un 14,3 por ciento al pasar de 229.820 toneladas en 2011 a 196.241 en el mismo periodo de 2010.
Tanto han caído las ventas que la Junta de Castilla y León ha tenido que dar marcha atrás. La consejera de Hacienda Pilar del Olmo, anunció hace algunas semanas que a partir de 2013 se devolverá todo este impuesto al sector del transporte (hasta ahora se reembolsaba el 50 por ciento). En su día la consejera dijo que se solo se replantearía este impuesto, como así ha sido, si el consumo descendía. Eso sí, los particulares lo seguirán pagando el próximo año. Aunque en un principio el Gobierno regional esperaba recaudar 120 millones al año, sus aspiraciones para el presente ejercicio tuvieron que ajustarse a 80 unos meses después.
En el caso de Valladolid, la venta de gasolina de 95 octanos ha bajado un ocho por ciento entre marzo y octubre al pasar de 38.205 toneladas a 35.178. Justo el doble, un 16 por ciento, ha descendido el consumo de gasóleo A, de 191.615 toneladas a 161.615. Esta evolución se explica, según aseguran reiteradamente los profesionales de las estaciones de servicio, en que muchas empresas han redefinido las rutas de los transportistas para que reposten en las estaciones de servicio de otras comunidades donde no se aplica este impuesto, por ejemplo, en el País Vasco.
Buena prueba de ello es que en las provincias limítrofes de Castilla y León el consumo ha caído incluso más que en Valladolid porque, evidentemente, las posibilidades de echar gasolina fuera de la Comunidad son mayores. Un ejemplo: Burgos. En esta provincia, según los datos de Cores, se consumieron 29.378 toneladas en octubre de este año, por las 38.793 del mismo mes del año pasado. Es decir, un 24,3 por ciento menos. En cambio, en ese mismo periodo en el País Vasco las ventas pasaron de 131.884 a 143.606 toneladas, un 8,8 por ciento más.
De hecho, los responsables de las estaciones de servicio de Castilla y León siempre han instado a la Junta a que retirara este impuesto a la mayor brevedad posible porque, según ellos, cuando una empresa cambia las rutas de sus transportistas es muy difícil que lo vuelva a hacer.
En términos generales, Castilla y León ha sufrido la mayor caída de consumo en octubre, con un 20,2 por ciento.
Por otro lado, uno de los sectores que más se beneficiará de que este impuesto no le afecte en 2013 es el del taxi. Unos profesionales que, según ellos mismos sostienen, están entre los más afectados por la crisis. De hecho, a partir del 1 de enero empezarán a aplicar una subida de tarifas de entre el 4,4 y el 6,7 por ciento con un precio por la bajada de bandera que llegará a 1,60 euros, si bien es cierto que el sector no ha repercutido todavía la subida del IVA del ocho al diez por ciento que impuso el Gobierno desde el pasado 1 de septiembre.