El director general de Acor, José Luis Domínguez, lanzó hoy en Valladolid un mensaje muy claro a la administración: "Regular no es solo restringir. Tiene que escuchar al campo". Y lo hizo en presencia de la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), María Jesús Lafuente, y en unas jornadas con el título 'Gestión eficiente del agua en la agricultura'.
Domínguez aprovechó el evento, organizado por El Norte de Castilla y la propia Sociedad Cooperativa General Agropecuaria, para asegurar que "regular es mucho más", por lo que demandó a la administración dar un "paso hacia adelante" y escuchar a entidades como Acor y al campo. A su juicio, es "fundamental" que exista un consenso en la materia del agua por que la regulación está relacionada con optimizar y maximizar eficiencias y no exclusivamente con restringir el uso del agua.
Con motivo de una breve exposición titulada 'El agua en Acor', el director general de la cooperativa aseguró hoy que el agua será el principal eje en el próximo plan estratégico de la empresa. Tras centrarse en los últimos años en la obtención de la rentabilidad del socio, la sostenibilidad y la sostenibilidad -hasta el punto de convertirse en un referente regional y nacional-, ahora toca adoptar medidas en la gestión del agua, tanto desde el punto agrícola como industrial.
José Luis Domínguez reconoció que la preocupación del agua no es de "ayer, por que siempre ha existido aunque, ahora, subrayó que hayan entrado las "prisas". "No debemos ser catastrofistas con el tema del agua pero hay que trabajar para minimizar el problema", aseveró. En este sentido, apuntó que, a estas alturas, Acor no va enseñar a los agricultores a utilizar el agua, ya que son profesionales que lo saben hacer "perfectamente", con la optimización de su uso.
Destacó, según recogió la Agencia Ical, que Acor cuenta con un servicio agronómico "muy potente", que colabora con los socios con el asesoramiento para la mejora de la eficiencia de las explotaciones como la elaboración de los cuadernos de campos pero también con la mejora y eficiencia del riego. A su juicio, hay que "ahondar" en la sensibilización entre los profesionales del campo por existe una problemática. "No es un drama pero sí un problema que se nos puede plantear", precisó.
Depuradora y transporte por cintas
En cuanto a la parte industrial y la planta de Acor en Olmedo, Domínguez enumeró algunos de las proyectos "reales", más allá del papel, puestos en marcha como la optimización del consumo de agua y su reutilización con la depuración. Apuntó que la estación de la fábrica depura un volumen de agua que podría abastecer, prácticamente, a la ciudad de Valladolid. Reconoció que el modelo industrial de la cooperativa tiene una necesidad "importante" de por ciento del líquido elemento. En este sentido, que ese agua se reutiliza, se depura e incluso se vierte una cantidad importante al cauce y en condiciones de salubridad mejores.
Además, citó el proyecto ya ejecutado de Punto Cero para el transporte interno de la remolacha que ahora se hace por cintas, en lugar de canales de agua, como ocurría antes. De esta manera, se ha logrado reducir aproximadamente un 30 por ciento de la huella hídrica, después de haber bajado un 40 por ciento la huella de carbono en un año y medio.
El director general de Acor destacó que la cooperativa continuará en su afán por optimizar, aún más, el uso del agua en sus instalaciones. De ahí que, en breve, se presentará la protección del sistema de balsas del agua captada para evitar su evaporación. El cálculo es ahorrar un diez por ciento adicional el consumo del agua. Por último, se prepararán las instalaciones para captar más agua de lluvia y habrá medidas de apoyo a los socios para fomentar el riego fotovoltaico.
Por último, dejó claro que que la agricultura no consume agua. "El campo convierte el agua en alimento. El consumo de agua es otra cosa", sentenció.