El objetivo de Michelin es que todos los neumáticos que se fabriquen estén compuestos por un 100% de materias primas sostenibles para el año 2050, es decir, que sean recicladas o de origen vegetal o biológico. Pero, ¿cómo lograr esa meta? La compañía tiene claro que hay que mejorar en cada uno de los procesos en su compromiso por cuidar la naturaleza evolucionando su modelo de crecimiento hacia un equilibrio entre las cuestiones humanas, económicas y medioambientales.
Asimismo, es consciente de los continuos cambios que está experimentando la industria y de que en su proceso de adaptación a esas modificaciones no debe perder la calidad de los productos, sino continuar su avance en la mejora de las prestaciones que ofrece.
Y aunque parezca sorprendente está trabajando para incorporar como ingredientes de los neumáticos materias, como botellas de plástico o vasitos de yogur que pasen a ser reciclados y también otros materiales que proceden del tratamiento de neumáticos ya usados, donde se puede recuperar acero y aceite de pirolisis que a su vez produce "negro de carbono recuperado", reduciendo el que se utiliza de origen fósil.
De hecho, la empresa está utilizando de media un 28% de materiales como caucho natural, resina de pino o aceite de girasol en lugar de los derivados del petróleo. Este proyecto de Michelin prevé que para dentro de seis años, en 2030, el 40% de los componentes de sus neumáticos ya esté fabricado con materiales sostenibles. Por lo tanto, es mucho más que un proyecto, es una realidad, existiendo ya modelos para competición con un 63%.
Más eficiencia
Michelin apuesta por llevar la sostenibilidad más allá de las materias primas. Su plan estratégico para 2030 bajo el nombre de 'Michelín in Motion' cuenta con una línea de actuación que busca la descarbonización en el proceso de fabricación, pero también en la logística de transporte, así como en el propio uso del neumático.
La compañía busca reducir la resistencia a la rodadura de los neumáticos, pues es una forma de disminuir el consumo de carburante y proporcionar más autonomía a los vehículos eléctricos. Ha logrado esa reducción de resistencia a la rodadura en un 20% para los destinados a los turismo de motor térmico y en un 33% para los eléctricos.
La sostenibilidad está relacionada, asimismo, con esa durabilidad de los productos y desde 1992 la compañía comenzó a incorporar sílice a los neumáticos. Ya se está fabricando la quinta generación. Y todo esto está derivado del aumento del peso de los vehículos que hace que se incorporen esos nuevos materiales más resistentes y que se incrementen las dimensiones de los neumáticos. Pero siempre buscando esa eficiencia en el consumo y la máxima seguridad.
La evolución de los mercados con el aumento de coches eléctricos también hace que la empresa desarrolle neumáticos específicos para estos vehículos que reducen el consumo energético. Es más, Michelín proseguirá sus esfuerzos de aquí a 2030, mejorando esta eficiencia energética en un 10% en la utilización del neumático.
Energía verde
El proceso de fabricación no solo cambia por los avances tecnológicos, la reducción de costes y las demandas del mercado, sino por la preocupación de la compañía en el cuidado del medioambiente. Michelin se compromete a reducir la huella medioambiental de todas sus fábricas en términos de consumo de disolventes y energía, generación de residuos, utilización de agua y emisiones de CO2. El grupo ya ha reducido este impacto en un 50% desde 2005, apuesta por una reducción de un 50% para 2030, y para el año 2050 Michelin se propone como objetivo alcanzar el balance neutro de emisiones de CO2 en todos los centros productivos. En Valladolid este objetivo está cerca porque se han bajado las emisiones en un 75%.
Asimismo, trabaja para contar con un impacto cero en la disponibilidad de agua para las comunidades en las que opera la compañía. También se suma la compra y generación de energía renovable. De hecho, en la ciudad toda la energía que utiliza la fábrica está certificada como energía verde. Además, Michelin está en un proceso de transición tecnológica abandonando los combustibles fósiles, como el gas, que se usa en la prensas para vulcanizar los neumáticos. Es más, en cuanto a las prensas eléctricas se eliminará el consumo de gas para generar vapor de agua. Se cuenta con una inversión de más de 100 millones de euros para los próximos años. No obstante, el primer neumático fabricado con esta nueva tecnología se realizó en noviembre del pasado año con una tecnología patentada por Michelin y que supone una eficiencia energética de un 90%.
Por último, en cuanto a la logística, el grupo se compromete a transportar menos, mejor y de forma diferente. Michelin pretende reducir las emisiones de CO2 derivadas de la logística en un 15% para 2030 en comparación con 2018. También está desarrollando gradualmente medios de transporte alternativos, como vehículos eléctricos de batería e hidrógeno, así como barcos mercantes con propulsión a vela.