Cuando el reloj marcaba las 8.57 horas de la mañana, seis minutos después de la hora prevista, el primer Alvia que atraviesa con viajeros la Variante de Pajares llegó hoy a la estación de León. Procedente de Madrid y con destino final en Gijón -previa parada en Oviedo- el primer viaje comercial después del recorrido inaugural encabezado ayer por el rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo hoy realidad un "sueño" que costó 20 años y 4.000 millones de euros llevar a cabo.
En la vía once de la estación leonesa, periodistas de ambos lados del Negrón se agolpaban a la espera de un tren al que subieron unas decenas de viajeros y que se sumaron a los que ya habían entrado en la estación de Madrid-Chamartín.
Severino es uno de esos pasajeros que quiso conocer de primera mano la experiencia de atravesar los 50 kilómetros de túnel que unen desde ahora La Robla (León) con Pola de Lena (Asturias). "Con mucha mucha mucha ilusión", el ovetense decidió viajar en el día de ayer a la capital leonesa "en el último tren que subió por Pajares" para, después de hacer noche, "poder volver hoy en el primero que va a cruzar la Variante".
Mucho menos tiempo pasó en León, Víctor, un joven de 33 años trabajador de la estación de tren de Oviedo que, según salió de trabajar, montó en el primer tren de la línea, a las 6.56 horas, y que cogió el primero en sentido inverso para regresar a Gijón, su lugar de residencia, donde llegará a las 10.22 horas después de "aprovechar la oportunidad de hacer historia". Víctor celebró que la nueva infraestructura "por fin reduce los tiempos de viaje y permite que la gente se mueva" gracias a un tren "muy esperado para Asturias y para el resto de España, que se podrán acercar". "La diferencia es muy notable de ahora a lo que estábamos acostumbrados", aseguró.
Sin querer revelar su nombre pero sí su apellido, Laviana, viajó hoy "por placer para cumplir un sueño", ya que según contó, cuando era joven se preguntaba "por qué los mineros asturianos no hacían un túnel que atravesara la Cordillera Cantábrica". Una pregunta que hoy tuvo respuesta en una jornada respecto a la que se mostró "emocionado" por "poder cumplir un sueño presente desde los años 70 al pasar la cordillera en un túnel sin tener que dar las tres vueltas de espiral para subir a la meseta". Un sueño gracias al que "Asturias ha dejado de ser una isla preciosa y se ha abierto al mundo".
Desde Madrid viajaba María con destino a Oviedo, donde vive a pesar de tener que trasladarse una vez al mes a la capital de España por motivos laborales. Por eso mismo calificó de "maravilla" la oportunidad de "rapidez y velocidad" que aporta la llegada de la alta velocidad a través de una Variante de Pajares que "se llevaba años esperando para poder avanzar y unir dos partes muy importantes de la Península".
2.200 billetes
El representante institucional de Renfe en Castilla y León, Teodomiro González, también se encontraba a bordo del tren en la primera jornada de la llegada de la alta velocidad a Asturias, para la que está previsto que más de 2.200 clientes viajen en las cuatro frecuencias en cada sentido que unen el Principado con Madrid.
Una primera jornada que "extraordinaria y mucho mejor de lo esperado" que "supera todas las expectativas" en un "éxito total y absoluto" gracias a "las ganas y el deseo de tener un tren de alta velocidad a Asturias", algo que "se palpó desde el día que se sacó la oferta comercial", el pasado 2 de noviembre, desde cuando se han vendido ya más de 70.000 billetes para "poder llegar rápido a disfrutar del paraíso natural".
"Además de abrirse la parte comercial de viajeros, también se abre una parte de mercancías, lo que supone unas expectativas comerciales estupendas que ayudará a fomentar la imagen del Principado, que si hasta ahora era buena, pasará a ser excelente, porque donde llega un tren de alta velocidad las expectativas crecen".
Con la nueva conexión entre Asturias y Madrid, la totalidad de los trenes actuales ven reducido al menos en una hora su tiempo de viaje, lo que se traduce en un recorrido de tres horas y doce minutos para salvar el trayecto entre Madrid y Oviedo.