Vapeadores, ni son inocuos ni ayudan a dejar de fumar

D.V.
-

La Asociación Española Contra el Cáncer subraya la necesidad de eliminar los sabores y limitar los lugares de venta de cigarrillos electrónicos

Vapeadores, ni son inocuos ni ayudan a dejar de fumar - Foto: R.M.

Son mucho más que una moda. Los vapeadores se han colado en los bolsillos de los jóvenes como si fuera algo inofensivo. Se pueden adquirir en un sinfín de lugares y ofrecen diferentes sabores para atraer a los compradores. En los festivales, es un elemento más, e incluso estuvo presente en las comuniones el pasado año. Pero fumar de un vaper es fumar y no es algo inofensivo. La gerente en Valladolid de la Asociación Española Contra el Cáncer, Luisa Lobete, asevera que, al margen de las sustancias que llevan estos cigarrillos electrónicos, son la puerta de entrada al mundo del tabaquismo para los jóvenes. Además, "no son una herramienta" para dejar de fumar.

La entidad celebra que el Ministerio de Sanidad y las autonomías hayan acordado legislar sobre los vapeadores. Esta institución, así como otras asociaciones y sociedades científicas, llevan luchando años para que se incorpore a la Ley del Tabaco el uso de los cigarrillos electrónicos. Y es que no solo algunos de ellos tienen nicotina, sino que es la vía de entrada para los menores de edad al consumo de tabaco, señala Lobete. Este nuevo Plan de Control del Tabaquismo que se ha acordado, y que se irá poniendo en marcha de forma progresiva, eliminará los vapeadores de sabores, que atrae la atención de los jóvenes, y hará que todas las cajetillas de tabaco sean iguales, como si fueran todas de una marca blanca.  

Lobete afirma que desde hace años se ha hecho hincapié en la educación y en concienciar sobre el daño que hace el tabaco en la salud. Sin embargo, subraya que hay que pasar a la prohibición porque no ha dado sus frutos. El objetivo es que en el año 2030 se cuente con la primera generación libre de humo. No solo se trata de que no fumen, sino que de esos niños no hayan respirado nunca el humo del tabaco.

Más que vapor de agua

«La mayoría de las personas que ha consumido este tipo de vapeadores consideran que el vapor es inocuo y no es verdad porque tiene aerosoles, es decir, partículas que son mucho más que agua. Esas partículas que inhalas se depositan en los pulmones y pueden generar una enfermedad», señala Lobete. De hecho, subraya que algunos cigarrillos electrónicos tienen formaldehído, que es un saborizante que "sí que está comprobado" que provoca cáncer.

Es más, quien esté intentado dejar de fumar usando los vapeadores, no va por buen camino. La gerente en Valladolid de la asociación asevera que cuando dejas de fumar hay que desengancharse de dos hábitos, uno físico y otro psicológico. Por lo tanto, cuando se sustituye el cigarrillo por otro objeto no está abandonando el hábito. 

Pero hacer ver el peligro que tiene fumar a los más jóvenes es complicado porque piensan que no les va a pasar nada y creen que pueden dejar el hábito cuando lo deseen. Por ello, la entidad subraya que hay que darles ejemplo y que no vean en su entorno a la gente fumar, es decir, «que no tengan referentes y que no sea un signo de madurez ni de tener estilo».

Y además de dar ejemplo y no fumar, el Plan contra el Tabaco tiene tres pilares fundamentales. Hay que aumentar la fiscalidad porque Lobete afirma que España es el «estanco» de Europa donde las cajetillas valen 20 euros, algo que si se implanta en nuestro país sería un coste inalcanzable para los jóvenes. También Lobete apuesta por seguir sumando espacios sin humo, como lo son ya el Campo Grande o el estadio José Zorrilla. Recuerda que el tabaco causa el 30% de los casos de cáncer y que esta enfermedad tiene un impacto socioeconómico muy alto. Y solo son datos relacionados con esta patología porque también causa numerosas enfermedades cardiovasculares y respiratorias. Además, señala hay que limitar la venta de los vapeadores para que no estén a disposición de los ciudadanos en cualquier espacio.