La ruleta que premia 'antojitos'

D. Núñez
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Juan Manuel se hizo famoso en redes con una tómbola por la que han pasado desde perritos pilotos y electrodomésticos a 'satisfyer' y peluches de aguacates

La ruleta que premia 'antojitos' - Foto: Jonathan Tajes

Juan Manuel Ortega recuerda las palabras de Chiquito de la Calzada que aseguró que le llegó la fama ya de mayor cuando llevaba toda la vida haciendo lo mismo. Las redes sociales de la gente ha hecho que la Tómbola Antojitos sea conocida en todo el mundo. Esos amigos y familia que grabaron cómo le toca el premio a uno de los suyos y lo subieron a TikTok e hicieron archifamoso a Juan Manuel a una edad en la que reconoce que debería estar jubilado, pero sigue con su negocio recorriendo las ferias españolas. Y es que, ¿quién no conoce su slogan? El canta: «¿y dónde te ha tocado?». Y el que recibe el premio responde: «en la Tómbola Antojitos». Recibe llamadas de ayuntamientos que quieren que vaya a las fiestas del pueblo, pero no puede atender a todas porque las fiestas coinciden unas con otras. Asegura que cantando y cantando, durante las largas horas que está al frente de la tómbola, surgió esa música que ahora conoce todo el mundo. Tiene 439.500 seguidores en TikTok y el cariño del público cada vez que canta «ya está la ruleta girando y los corazones palpitando, ¿qué le tocará?».

Este feriante asegura que la vida al frente de una tómbola no es nada fácil, pero le encanta. Trabaja siempre mientras que el resto de se divierte y casi no tiene fines de semana de descanso. De Semana Santa a octubre están continuamente yendo de una feria a otra. De hecho, no paran ni él ni su hijo, que lleva otra tómbola, durante el invierno porque se marchan a la isla de Tenerife a seguir allí la ruta por las ferias. A las fiestas de Valladolid lleva viniendo desde que se montaba en La Rubia, aunque en aquel entonces llevaba otra atracción, ya que la Tómbola Antojitos tiene poco más de 35 años. El público pucelano es «especial» y fue aquí donde comenzó a viralizarse sus vídeos cantando en su atracción. En su madurez se dio a conocer al mundo pero los vallisoletanos le conocen bien porque ha sido tenaz y constante sobre su tómbola llevándose al bolsillo a todo el mundo con su buen carácter y sus bromas. «Si haces algo con cariño y amor, sale bien». 

En la tómbola ha visto pasar todo tipo de objetos y es que hay que seguir las modas para atraer al público. Explica que hace años tenían muchos electrodomésticos, pero ahora se tienen que decantar por minimotos, patinetes eléctricos… Y el satisfyer lleva triunfando en la tómbola tres temporadas. De hecho, aún hoy en día cuando toca se arma un jaleo entre el público y quien se lo lleva a casa se va colorado de vergüenza. También los peluches han cambiado porque se pasó de las muñecas chochonas y los perritos pilotos a los personajes que estuvieran de moda, por ejemplo, este año el aguacate y Stitch. Por sus manos han pasado miles de muñecos. 

Hace años los tomboleros eran unos 400 en toda España. Ahora, tómbolas que vendan boletos no quedarán ni diez en todo el país. Y cree que se debe a que la gente ha dejado de creer en ellas. Nunca le faltó la fuerza y el ánimo para ir innovando y sumarse a los nuevos tiempos para «darle chispa y alegría y hoy por hoy estamos en un momento dulce». Anima a todos los no creyentes a estar cinco minutos frente a la Tómbola Antojitos porque asegura que verá cómo no para de dar premios. 

Su hijo tiene su propia tómbola y, aunque se ayuden en algunos momentos el uno al otro cuando solo llevan una instalación a una feria, no será su relevo. El día que decida jubilarse, cerrará su negocio. No hay gente que quiera hacerse cargo de algo así. Es más, recuerda que hace años había personas que trabajaban solo como locutores, es decir, llegaban a un acuerdo con el propietario de la tómbola y durante los días de feria amenizaban el negocio. Ese trabajo ya se perdió. Este feriante no quiere hacer planes a largo plazo, pero tiene cuerda para rato, a pesar de que es un trabajo sacrificado y que debe estar frente al público cantando y animando desde las 17.00 hasta las 02.00 horas. Cuenta con una chica que le sustituye las primeras horas algunos días para que pueda descansar su voz, pero la gente le pide que salga él a entregar los premios. «Todo esto se consigue teniendo ilusión y ganas».