Un pañuelo para unirlos a todos

D. Núñez
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La Coordinadora de Peñas cumple 30 años viendo cómo su trabajo ha ayudado a extender esta forma de entender las fiestas llegando a integrar hasta 25.000 personas

Un pañuelo para unirlos a todos - Foto: Coordinadora de Peñas

«Empezó con cuatro amiguetes y ha crecido tanto que no nos lo creemos». Así lo asegura el presidente de la Coordinadora de Peñas, Juan Antonio Bermejo, que subraya que no solo ha tenido éxito el hecho de organizarse como peñas, sino las actividades que organizan en toda la ciudad durante las fiestas. Se pasó de ser unas 500 personas a unas 25.000. Las cifras marean, pero es fruto del trabajo y de muchas manos que ya en enero se ponen a planificar qué se puede hacer para las fiestas de ese mismo año. No es fruto de la suerte, sino del trabajo de estos peñistas porque tienen que atraer gente a sus peñas y luego hacer que todos participen en las actividades generales, como el récord Guinness que este año estará dedicado a la artista vallisoletana Concha Velasco, fallecida hace un año. 

Bermejo asegura que las peñas no existían en Valladolid, pero sí en los pueblos de alrededor. Comenzaron unos amigos a hablar de este tema, de salir juntos en peñas y pidieron permiso al Ayuntamiento para hacer una merienda en Las Moreras y algún concierto y en 1994 se creó la Asociación de Peñas. «El auge que hemos tenido, el colorido que damos y el grado de participación es fruto de ese trabajo». 

No estuvo dentro de los fundadores pero sabe perfectamente que cuando comenzaron la gente les miraba mal. Un año durante un pregón la gente tiró huevos y acusaron a las peñas de hacerlo. Se les veía también como jóvenes que bebían mucho porque se llenaba el suelo de la  Plaza Mayor de calimocho. Pero poco a poco se han ido organizando todos los eventos, como el desfile de peñas y ya está todo más controlado. Recuerda que un año que se salía de la plaza de la Universidad llenaron a unos novios de calimocho y ahora piensa cómo los pobres se harían las fotos. Ahora en el desfile de peñas van todos seguidos, acompañados de los Bomberos para mojar a los jóvenes los días que hace calor. Se les pone música, estamos todos juntos y la gente más joven «deja de hacer maldades». 

Un pañuelo para unirlos a todosUn pañuelo para unirlos a todos - Foto: Coordinadora de Peñas

También ha cambiado la cultura de las peñas desde entonces porque antes salían todos los días con las camisetas iguales y ahora asegura que el sábado la gente se pone guapa, sus mejores galas para desfilar. Lo que les une, eso sí es el pañuelo. Cree que es el símbolo de fiesta, de alegría, te dice que están de fiesta y que son días festivos en la ciudad. Llegaron a ser 57 peñas y ahora son 17. Puede parecer que se ha retrocedido, pero no es real. Ahora están mucho más organizados no solo como coordinadora, sino dentro de las propias peñas y aglutinan a cientos de personas en cada una de ellas. Hay peñas que aparecían y desaparecían en nada, por ello para entrar en la entidad se solicitan más requisitos.  Entre ellos está participar en las actividades para echar una mano, no solo en la que se reparta comida. «Preferimos ser 17 y bien organizados que 58 y que no estuviera todo bien diseñado». 

Hay peñas de 20 personas pero hay otras que tienen 300 personas. Las peñas El Chupetón y la Facultad, que ahora se llama Cuerpo de Bombón, son las que tienen más años dentro de la coordinadora. La última es a la que pertenece Bermejo. Su 'uniforme' se parece al de Bomberos así que cuando organizan actividades y se ponen a ordenar a la gente, les hacen caso pensando que son de este cuerpo de seguridad.

Con motivo de este 30 aniversario han organizado un sinfín de actividades, desde el clásico récord Guinness, al festival en Moreras que contará con Bjons, un show sobre playback en el que cada peña hará de un grupo musical, la comida en la que repartirán 70 kilos de salchichas y la celebración con el Real Valladolid de su ascenso.