La Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo concluye hoy sábado su Quinario en honor al Santo Cristo de la Preciosísima Sangre con la imposición de medallas a los nuevos cofrades que han entrado a formar parte de la hermandad. A falta de las últimas horas para apuntarse, y poder recibir la medalla, en total se han inscrito en la cofradía 43 personas entre los que destaca la presencia de muchos niños y jóvenes.
Previo a esta ceremonia los nuevos cofrades recibirán en la mañana de hoy un curso de acogida organizado por la propia cofradía en el que les presentarán los fines de la cofradía, sus órganos de Gobierno y las formas de participación dentro de ella.
Con esta acción la cofradía pretende lograr un mayor poder de convocatoria para sus actos, cultos, y actividades de hermandad.
La Cofradía de la Preciosísima Sangre es una de las más numerosas de la ciudad. Con la entrada de estos nuevos cofrades vuelve a situarse en torno a los 800 cofrades, recuperando así los números que tenía antes de la pandemia. Los nuevos cofrades afirman haberse inscrito por la devoción que les inspiran los titulares de la hermandad, por una fuerte tradición familiar, por encontrarse en una de las parroquias más emblemáticas de la ciudad en pleno corazón de ella, por contar con una de las mejores bandas de cornetas y tambores de Valladolid, un grupo joven grande y muy participativo, y a partir de ahora una procesión con sus dos titulares en andas.
En su preparación para el año 2029, año en el que celebrarán los cien años de su fundación, están desarrollando y acrecentando sus actividades de formación y caridad, con el objetivo de darle un mayor carácter social a la hermandad, fines inherentes y renunciables a una cofradía y que la dan un valor añadido de trabajo durante todo el año más allá de sus salidas en Semana Santa. Con estos pilares en su política de crecimiento esperan cumplir sus objetivos, única forma de aumentar su compromiso caritativo.