A Iván Cedric le apodaron la 'Pantera' en Alcorcón. Y la temporada pasada volvió a rugir en el Promesas, anotando 13 goles. Este año estaba llamado a seguir en el filial, pero aprovechó la pretemporada, con 5 tantos, para hacerse un hueco con los 'mayores'. Ya lleva dos dianas en LaLiga Hypermotion –ante el Sporting y el Cartagena, con sendos triunfos– y, aunque sabe que aún tiene mucho por aprender, no quiere dejar pasar este tren.

Ya han pasado unos días pero, ¿qué sintió y se le pasó por la cabeza al anotar el gol de la victoria ante el Cartagena?

Mucha emoción y mucha felicidad. Nos estaba costando hacer el gol. Son muchas sensaciones en poco tiempo al poder dar la victoria al equipo.

Una celebración con... ¿rabia?

Un poco de alivio porque llevábamos unas semanas en las que no estaban saliendo las cosas y nos lo merecíamos. Por eso un poco de... haberlo conseguido.

Siete minutos y estar en el sitio justo... como buen delantero.

Mi trabajo es ese, hacer goles y estar en el sitio donde tienen que estar los delanteros. Cayó ahí, así que muy feliz.

Segundo gol en cinco partidos, o mejor dicho, en 246 minutos y con tan solo 3 disparos contabilizados en los datos de LaLiga.

Efectividad (risas). Sé que no voy a tener muchas, pero las que tenga hay que meterlas para dentro.

¿Cuál es su sitio, el Promesas o el primer equipo?

Si el míster me necesita arriba, pues arriba; y si tengo que estar con el Promesas, con el Promesas. Esté donde esté hay que dar el máximo. Mi ambición es la misma.

Pienso que tengo mucho que mejorar y crecer, aprender mucho aquí. Me lo tomo con paciencia, exigencia y responsabilidad. A partir de ahí, todo irá viniendo.  

¿Qué le ha pedido o qué le ha dicho Pezzolano? 

Que siga trabajando. Un poco lo que nos dice a todos, que hay 42 partidos de Liga, todos vamos a tener nuestra oportunidad y cuando se dé aprovecharla. Hay que estar preparado.

¿Y Baptista?

Julio está muy contento. El cambio que tuve con él el año pasado fue muy grande. Ha sido una suerte haberle tenido como entrenador.

¿Este domingo se ve en Oviedo?

Si el míster me necesita ahí voy a estar.

¿Cómo está viendo este inicio de Liga, con las dudas, las turbulencias y las derrotas del primer equipo?

En estos primeros partidos es importante que nos vayamos adaptando a lo que quiere el míster, que vayamos entendiendo lo que nos pide. Ha habido momentos en los que nos ha costado un poco entenderlo y nos ha costado puntos; pero creo que lo vamos cogiendo. Y a medida de que lo vayamos cogiendo, seguro que llegará la buena dinámica.

¿Qué se habla en el vestuario en esos momentos de dudas?

Lo que he visto es un vestuario comprometido, que cuando no salen las cosas bien está fastidiado y ha querido levantarlo. Por eso la rabia del gol. Porque la gente estaba jodida, quiere lograr el objetivo. De ahí ese alivio de que nos lo merecíamos.

La afición grita 'Pezzolano dimisión' o 'Ronaldo vete ya', ¿qué piensan cuando pasa eso en el campo?

Al final, yo al menos, intento estar concentrado, a lo mío. La afición está con nosotros, pero también tienen sus opiniones y cuando las cosas no van bien al primero que se mira es al míster o a otras personas. Pero nosotros, una vez que estamos en el campo, estamos a lo que tenemos que estar y lo más importante son los tres puntos.

El objetivo que se marca el club es el ascenso... ¿siguen creyendo?

Sí. Tenemos un gran grupo, hay muy buenos jugadores y creo que somos buen equipo. Yo no tengo duda.

Tiene contrato hasta 2024. ¿Ya le han hablado de renovación?

Esas cosas yo no las llevo. Las llevan mi agente y el club, yo estoy a lo que tengo que estar. Ojalá que esté mucho tiempo aquí. Estoy muy a gusto, es un club que me ha dado mucho y me gustaría devólverselo con muchos goles y muchas alegrías.

¿Por qué se decidió por salir de su Madrid y venir a Valladolid, en principio para el filial? 

Cuando me llamó el Valladolid había también otros equipos. Pero la propuesta del Valladolid fue la que más me llamó la atención. Había compañeros con los que había jugado que habían estado aquí y me recomendaron venir. Me decanté por ello. Y ahora estoy muy contento de haber tomado esa decisión.

Se ganó el sitio en la pretemporada, cuando el míster tiró del Promesas y usted respondió, ¿se veía con sitio ya de dar el salto?

Ya el año pasado lo primero que tenían en mente Julio (Baptista) y Jose (Pacheta) era que todos los jugadores pudiésemos estar preparados para cuando nos llegase el momento de tener la oportunidad. En mi caso apenas tuve vacaciones, porque estuve con la selección, y llegué un poco más en forma. Sabía que en la pretemporada era el momento de subirme al tren.

Lo hizo con cinco goles y un triplete en el Trofeo Ciudad de Valladolid, ¿el primero?

Si no cuentan los benjamines, sí el primero. Fue un momento muy especial porque el Rayo es un equipo de Primera y marcar tres goles impone y más hacerlo aquí con tanta gente. Fue especial.

Compartió vestuario con Sergio León, luego llegó Marcos André y el último día Sylla, ¿cómo se gestiona eso de ser primero, segundo y tercer delantero en la cabeza?

Hay que estar preparado mentalmente para todo. Un día te ves primer delantero, puede pasar cualquier cosa y ser segundo o tercero. Soy joven y no lo miro mucho. Si digo que no me importa, mentiría. Hay que tener la cabeza fría, intentar llevarlo lo mejor posible y cuando me necesite el míster estar preparado, responder como tiene que hacerlo un delantero.

Y ahora, ¿cómo se ve, como tercer delantero?

Es que no lo miro mucho. Intento restarle importancia dentro de lo que cabe. Estar preparado y el tiempo que tenga, demostrarle al míster que estoy para más. 

Por cierto, al delantero del Real Valladolid siempre se le recuerda que el presidente es Ronaldo. ¿Qué le ha dicho?

Hemos hablado este año. El día del Rayo Vallecano estuvimos un poco más. Me felicitó y me dio la enhorabuena.

¿Cómo se define como delantero?

Me considero más 9 puro, de área. Un delantero trabajador, luchador, que se deja todo en el campo; potente y rápido al espacio, que creo que es donde más destaco.

Es madrileño de padres cameruneses y ya ha sido internacional por Camerún sub 23. ¿Se ve con la absoluta?

Veremos. Si aquí estoy bien, juego y hago goles, las puertas las tendré abiertas.

¿Cuándo empezó a jugar al fútbol y por qué?

Desde que tengo consciencia siempre me gustó el fútbol. Siempre jugaba, no había otra cosa desde que era pequeño. En Móstoles y en Fuenlabrada me ponía muy pesado con mis padres para que me dejasen bajar a jugar al parque.

¿Siempre de delantero?

De pequeño era un poco chupón y se enfadaban conmigo, y jugaba a veces contra toda la clase (risas). 

¿En su familia jugó alguien al fútbol?

Mi padre jugó en Camerún y fue con la selección hasta la sub 19. Vino aquí a estudiar y ya dejó de jugar.

¿Qué le dice su familia, sus padres? ¿Suelen venir a verle?

Suelen venir. Y si no pueden por trabajo, lo ven desde casa. Mi madre creo que lo lleva con mucha emoción; mi padre es más reservado, cauto y tranquilo. Me dicen que siga trabajando, con humildad, que todo va a llegar.

¿Para quién fue la primera camiseta?

La primera camiseta la guardé en casa y luego se la llevé a mis padres. Sin ellos no sería nada, desde pequeño me han acompañado y han puesto todo para que no me falte de nada. Creo que es lo mínimo.

¿Firma el ascenso directo o el ascenso con un poco de sufrimiento tras el playoff?

Mientras se consiga el objetivo, lo que venga bienvenido sea.