Lucha vecinal por el patrimonio

R.G.R
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Cada vez mayor número de vecinos de los pueblos se unen en asociaciones para lograr el dinero necesario y afrontar los trabajos de recuperación de su patrimonio, especialmente en el caso de iglesias y ermitas que van recuperando en ellos

Lucha vecinal por el patrimonio - Foto: Jonathan Tajes

El patrimonio de Valladolid es rico y extenso. Los municipios de la provincia cuentan con multitud de iglesias, ermitas y edificios históricos de una gran importancia para sus vecinos. La mayoría de estos inmuebles se encuentran en buen estado de conservación, aunque haya sido necesario afrontar importantes rehabilitaciones por parte de las administraciones.  

Sin embargo, esta inmensa riqueza en el patrimonio también juega malas pasadas en algunos casos, ya que no los fondos que se destinan para su mantenimiento no son suficientes para afrontar las distintas actuaciones. Son muchos los elementos que tienen problemas y los edificios que terminan perdiendo su esencia como consecuencia de los derrumbamientos.

No obstante, los vecinos de estos municipios no se resignan a perder edificios de un gran valor sentimental y, cada vez en mayor medida, están surgiendo asociaciones de vecinos en los municipios que pretenden recuperar alguna de sus emblemáticas edificaciones. 

El objetivo de todos estos colectivos es común; la recuperación de un determinado inmueble. Para ello, tienen que conseguir el dinero suficiente para afrontar estas rehabilitaciones, un objetivo nada fácil y que alarga los proyectos durante años. Sin ir más lejos, en Cogeces del Monte surgió una de las primeras asociaciones de este tipo. La Asociación de Amigos del Monasterio de la Armedilla tiene unos objetivos muy claros y muy concretos: investigar, recuperar, conservar y poner en valor los restos arquitectónicos del monasterio de la Armedilla, en Cogeces del Monte. «La iniciativa popular se pone en marcha para liderar un proyecto cultural de gran recorrido en la que, por supuesto, nos acompañan administraciones públicas, entidades privadas y muchos amigos, para, juntos, lograr la supervivencia de los restos del monasterio declarado Bien de Interés Cultural», comentan desde el colectivo. 

Villavellid del Oro es la asociación del municipio que pretende defender el patrimonio del municipio. «Queremos poner en marcha esta iniciativa con la finalidad de conservar y recuperar el patrimonio histórico y artístico de nuestro pueblo como fundamento paro una mayor visibilidad y así poder crear oportunidades de desarrollo en lo localidad», explican. 

Su principal y primer objetivo es la conservación de su «querida pero arruinada y abandonada San Miguel». Tras años de abandono y expolio, creen que es el momento de consolidar la ruina del que consideran «uno de los mayores símbolos» del pueblo.

Los vecinos de Mota del Marqués, preocupados por el avanzado estado de deterioro de los retablos de su iglesia de San Martín pusieron en marcha una campaña de crowdfunding para recaudar los 30.000 euros que les costaba su limpieza y restauración. 

En Aguilar de Campos, donde se erige la ermita Virgen de las Fuentes (s. XVII) -lo único que queda del convento franciscano-, los vecinos se han organizado para mantenerla. Son sus propios habitantes los encargados de limpiar y adecuar el templo. 

La Asociación Histórico-Arqueológica de Tudela de Duero se ha puesto manos a la obra para paralizar la posible construcción de una gravera un entorno natural, arqueológico y patrimonial de gran valor, en el entorno del río Duero,  a unos tres kilómetros del pueblo, donde se ubica el Priorato de Santa María de Duero. Una joya arquitectónica que los miembros de este colectivo no quieren que se pierda.  

Reconstrucciones. El delegado de Patrimonio del Arzobispado de Valladolid, Jesús García Gallo, indica que en algunos municipios agrupaciones de vecinos ya han terminado de rehabilitar algunas pequeñas ermitas o parroquias, donde actualmente hacen sus cultos. Es el caso de un grupo de habitantes de Fompedraza, donde un asociación cultural ha conseguido rehabilitar una pequeña capilla. 

Los vecinos del pueblo terracampino de Villabaruz también se pusieron manos a la obra con la iglesia de Nuestra Señora de la Calle. «Poco a poco, la han ido arreglando», comenta García Gallo. También en Pedrosa del Rey han ido rehabilitando un local parroquial que actualmente utilizan como «capilla para los meses de invierno, cuando es más costoso calentar la iglesia».