Castilla y León pone en marcha un programa «pionero» para facilitar y promover la inserción profesional de 4.000 jóvenes universitarios y estudiantes de FP en el tejido productivo de la Comunidad. Un objetivo que se articulará bajo una intervención «transversal e integral» basada en la colaboración entre la Administración autonómica, las cuatro universidades públicas y las empresas que desarrollan que desarrollan su actividad a nivel autonómico. Este plan denominado Incofi (Incorporación, Consolidación y Fidelización del Talento Joven en el sector empresarial de Castilla y León) contará con un presupuesto inicial (hasta el 31 de diciembre de 2026) de 8,6 millones de euros (2,15 millones para cada universidad).
«Se trata de una apuesta por el futuro de la autonomía, con este nuevo programa de captación y retención de talento, que brinda a los alumnos un itinerario completo, y que impulsará el crecimiento y la innovación de nuestra empresas y nuestro tejido productivo», apuntó la consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, en declaraciones recogidas por Ical, al tiempo que defendió que «las universidades públicas de Castilla y León están en la vanguardia de los procesos de modernización, pero hay que asegurar que ese talento que ellas forman se quede en la tierra y sea motor de cambio para la autonomía».
La responsable autonómica fue la encargada de estampar ayer su firma en el nuevo programa junto al rector de la Universidad de Burgos, José Miguel García; la rectora de la Universidad de León, Nuria González; el vicerrector de Transferencia, Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Salamanca, Federico Bueno; y la vicerrectora de Comunicación, Cultura y Deporte de la Universidad de Valladolid, Rebeca San José. Allí, la consejera explicó que este «programa novedoso» recoge «algunas medidas que ya se venían implementando y otras nuevas, que buscan cubrir el itinerario completo de la universidad al mundo empresarial», además de «mejorar la sintonía entre la oferta y la demanda de empleo, mejorando la capacitación, adaptándola al tejido empresarial, y proponer una intermediación laboral eficaz y específica para nuestros jóvenes».
Tres niveles
El programa, subrayó, contará con tres niveles de intervención. El primero recoge medidas de apoyo a la contratación y al emprendimiento, para favorecer la intermediación laboral y para mejorar la cualificación profesional sumando a los conocimientos adquiridos en el ámbito académico el desarrollo de habilidades profesionales acordes a las demandas del tejido productivo actual. En ese sentido, las universidades, en colaboración con la Junta, diseñarán e implementarán programas de orientación profesional y desarrollo de habilidades que permitan a los jóvenes adaptarse a las necesidades del mercado laboral. Para ello se diseñarán y desarrollarán talleres, seminarios y actividades formativas específicos que fomenten la adquisición de competencias transversales y acordes a las necesidades productivas.
El segundo bloque se centrará en facilitar la inserción de los jóvenes en el mercado laboral, mediante el apoyo y la financiación de la Consejería de Industria, Comercio y Empleo a programas de prácticas no laborales en empresas de la Comunidad. Por último, se reforzarán las agencias de colocación de las universidades, con el objetivo de mejorar los resultados en la inserción laboral de los jóvenes, intensificando y mejorando la labor de intermediación laboral, además de informar a los beneficiarios sobre los programas públicos de empleo, incluyendo medidas de apoyo al autoempleo y el emprendimiento. La colaboración económica, aprobada ya por la Junta, se canalizará a través de la Fundación General de la Universidad de Burgos, la Fundación General de la Universidad de León, la Fundación General de la Universidad de Salamanca y la Fundación Universidad de Valladolid.