El Recoletas Atlético Valladolid visita la difícil cancha de Anaitasuna con las "buenas sensaciones" que dejó la victoria ante Benidorm, gracias a un "equipo comprometido" que, aunque "está en crecimiento", ha demostrado que "sabe adaptarse a los ritmos de los partidos".

El técnico del cuadro azulón, David Pisonero, es consciente de que la pista del conjunto navarro no se le ha dado bien a los suyos, históricamente, de ahí que el objetivo sea "competir al máximo para llegar al minuto 55 con opciones de ganar". En su opinión, que recoge Efe, "Anaitasuna es un rival que juega muy cómodo en casa, que tiene gente joven que corre, es contundente y mete mucha presión en el juego, además tienen buena continuidad, nunca frenan y siempre están pendientes de la siguiente acción".

Pisonero ha destacado "a los hermanos Moreno, a Albizu, que impone un ritmo alto y hace fintas explosivas y, si Cancio tiene un buen día en portería, se complicará todo más, ya que cuentan con muchas rotaciones y eso hace que su ritmo de juego sea trepidante".

Pero cree que el Recoletas llega bien a esta cita, sobre todo, gracias a ese "poso" que ha dejado el último triunfo y esa "tranquilidad", más que por el resultado, por cómo se comportaron los jugadores y cómo supieron afrontar las diferentes fases del encuentro.

Y, al respecto, ha destacado que "el que se divierte es el que gana, y cuando se hace en casa es algo todavía más intenso, máxime cuando el rival llevó el ritmo de juego donde quiso", el cual no beneficiaba en nada a su equipo, pero supo hacer frente a esa situación.

El entrenador vallisoletano ha advertido que cada punto que se logre a domicilio va a tener aún más valor que en anteriores temporadas "porque no va a haber nadie que se descuelgue, y cuatro puntos pueden suponer estar arriba o abajo".

De ahí que aspire a volver de Navarra con dos puntos más en su casillero, para "poder afrontar con más tranquilidad" el devenir de la liga, sabiendo que se puede ganar lejos de Huerta del Rey, pero sin dejar de convertir su pabellón en un fortín indestructible.

Sus jugadores son conscientes de la gran igualdad que hay en la liga y de la necesidad de salir al cien por cien en cada partido, por eso valora su gran compromiso en los entrenamientos, y las ganas de seguir aprendiendo de todos ellos, porque eso puede llegar a ser determinante a largo plazo.