Juma: "Empecé a jugar descalzo en la calle con mis amigos"

D.V.
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El central de Sierra Leona, recién llegado a la cantera blanquivioleta, debutó el sábado ante la Real Sociedad y recuerda sus inicios en su país, donde ayudaba hace un año a su padre panadero

Juma posa en el José Zorrilla. - Foto: realvalladolid.es

"En mi país me levantaba a las cuatro de la mañana para ayudar a mi padre, Abdul Karim, que es panadero, a recoger leña para el horno. Empecé a jugar descalzo en la calle con mis amigos y luego en campos de tierra hasta llegar a la Premier League de mi país". Juma es la gran sensación del momento en el Real Valladolid. El joven central de Sierra Leona debutó el sábado como titular en LaLiga cuando hace un año estaba en su país ayudando a su padre.

Nacido en Freetown (Sierra Leona) el 11 de abril de 2006, es decir aún en edad juvenil, formalizó hace un mes su llegada a la disciplina blanquivioleta procedente del AIK Freetong de la Primera División de Sierra Leona. Desde entonces, dos partidos con el Juvenil, uno con el Promesas y... titular ante la Real Sociedad.

El club explica que está alojado en la Residencia de Jóvenes Jugadores del Real Valladolid –así que se suma a la lista de futbolistas que han conseguido debutar en Primera tras pasar por allí desde su inauguración hace 25 años-. Y ha publicado un vídeo con declaraciones suyas: "Cuando vi mi nombre en la pizarra mi corazón se aceleró. Todos mis compañeros y el cuerpo técnico insistieron en que simplemente hiciera lo que hago en los entrenamientos, que estuviera tranquilo y que disfrutara. El apoyo de la afición fue asombroso, escucharles cantar el himno, cómo sonaba el Estadio, cómo decían mi nombre… Es la mejor sensación que he tenido en la vida".

El central cumplió y fue relevado por calambres. Pero contuvo bien a los rivales y se le vio con buena salida de balón. Juma asegura que en Sierra Leona, pegados a un televisor a casi 4.000 kilómetros, sus familiares y amigos estaban pendientes de Pucela, orgullosos de él. Allí donde jugó sus primeros partidos, en Nicole Street del barrio Congo Market de Freetown, su gente alucinaba: "Sobre todo mi madre, Umu. Ellos están muy contentos por mí, no se lo pueden creer, y rezan todos los días para que todo vaya bien".

"Tengo humildad y trabajo, y tengo claro que quiero devolver a la afición el cariño y al entrenador la confianza", señala.