Mientras los gimnasios y los centros deportivos siguen aumentando en Valladolid, la Asociación de Profesionales y Empresarios del Deporte de Valladolid (Apedeva) continúa su lucha con las administraciones. En dos vertientes o caminos. 

Por un lado con el Ayuntamiento, con el que llevan reuniéndose desde el cambio de equipo de Gobierno (con las Concejalías de Deportes, Comercio y Salud Pública) para lograr las mismas ayudas que otros sectores como el comercio y la hostelería. No es la primera vez que hacen públicas esta reivindicación, que viene de diciembre de 2022, cuando solicitaban «apoyo a un sector especialmente castigado por la pandemia», llegando a decir que era «sorprendente y bastante cuestionable» que en Valladolid se estuviese subvencionando «el consumo de alcohol y no la práctica de actividad física».

«La hostelería y el comercio siguen con ayudas, con sus bonos anuales, y se nos excluye de nuevo, como antes ocurría», explica a este periódico el presidente de Apedeva, Ángel Peña.

La otra lucha es con la Junta. «Queremos que nuestros médicos prescriban el deporte como receta», apunta Peña, añadiendo que tras las últimas reuniones «parecen más proclives a ello».

«Creemos que ahorremos mucho a la Sanidad, en vez de medicamentos que se haga ejercicio», aclara, explicando que ya se aplica en Madrid o en Valencia.