Los sanchistas han engañado a los independentistas con una amnistía inmediata e irrevocable que no es tal, a Puigdemont y amigos les queda camino por andar antes de que se vean con sus certificados de penales impolutos y ocupando despachos oficiales. Los independentistas, por su parte, sobre todo los de Junts, han engañado a los sanchistas haciéndoles creer que una vez aceptada la ley de amnistía promovida desde Waterloo, esto iba a ser paz y después gloria, con Sánchez eternizado en La Moncloa porque nunca le faltarían los votos de Junts. Sin perder los d ERC que siempre los ha tenido. A cambio de prebendas, por supuesto.
Ni unos ni otros pueden cantar victoria, y ambos bandos lo supieron al poco de que la comisión de Justicia del Congreso diera el visto bueno a un nuevo dictamen … redactado, como el anterior, desde Waterloo. Quizá metieron algo de pluma Cerdán, Bolaños y ZP, pero el gato al agua se lo llevaron los independentistas.
Han llevado a Pedro Sánchez a donde querían, lo que deja en un papel incómodo Al equipo negociador de Sánchez; sobre todo a un Bolaños que hizo una comparecencia ante los periodistas en la que solo le faltó bailar de satisfacción, además de autoelogiarse hasta provocar vergüenza ajena, Debió contenerse porque, nada más aprobarse el dictamen, Junts anunció que eso no significaba que Sánchez contaría con su respaldado permanente para acabar la legislatura. De momento, verán que hacen con los Presupuestos Generales del Estado, después no cederán ni un milímetro en la autodeterminación y, a continuación, exigirán la independencia.
Y eso ocurrió cuando todavía los de Juntes no se habían bajado del guindo y pensaban que el gobierno tenía la última palabra en la aplicación de la ley. No sabían -no tienen buenos asesores, a pesar de cómo presumen de contar con el experto abogado Boye- que la última palabra la tienen los jueces.
Conclusión: lo de la amnistía no está cerrado ni mucho menos; tampoco que Sánchez pueda contar con los votos seguros de Junts hasta el final de la legislatura, Será Junts el que ponga fecha al mandato de Sánchez.
Queda batalla apera rato, para mucho tiempo. Y en esa batalla el que lo pasará peor es Pedro Sánchez, que tiene que lidiar también con el caso Koldo que cada vez saca a la luz más corrupción de personas de su gobierno o cercanas a su gobierno, y que afecta incluso a su propia mujer. No solo tenía patrocinado su trabajo en el Instituto de Empresa sino que aparentemente medió para que su patrocinador recibiera docenas de millones al ser rescatado por el gobierno.
Como dato último, algo que no es irrelevante: no se ha visto ningún movimiento entusiasta en las calles y plazas de Cataluña celebrando que, al fin, está cerca la convivencia y la paz social perdida por culpa de los gobiernos del PP.
Como para brindad por el éxito…